Capítulo 38 ~ Despedida.

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Carolina Martín.

Nos levantamos no muy temprano, solo teníamos que desayunar, arreglarnos y salir a ver esa casa que tanto le había gustado a Louis. Se metió él primero a la ducha, mientras yo hacía la cama y recogía un poco la habitación.

- I want you to hit the pedal, heavy metal, show me you care, I want you to rock me, rock me, rock me, yeah.-le escuché cantar desde la ducha. Sonreí negando levemente con la cabeza mientras sacaba la ropa que me pondría ese día.

- ¿Piensas salir algún día de la ducha? –le grité desde la habitación, dejando mi ropa sobre la cama: unos vaqueros oscuros y una sudadera azul.

- No, nunca, se está muy a gusto.-me contestó y reí.

- Venga, Lou, aun tengo que ducharme yo.-le dije esta vez asomándome por la puerta del baño.

- Pues…dúchate conmigo, te hago un huequecito aquí.-respondió mientras retiraba un poco la cortinilla para sacar la cabeza y sonreírme.

- Eso quisieras tú.-me sacó la lengua.- Vamos, date prisa.

- Ya voy, ya voy.-

Sonó el timbre y bajé a abrir. Era mi primo, le saludé con un beso en la mejilla y volví a subir a ver si ya había salido de la ducha y podía entrar yo. Efectivamente, tenía el baño libre ya que Louis se estaba vistiendo en mi habitación. Entré y me di una ducha rápida, salí y me sequé el pelo para dejármelo suelto, después fui a mi habitación a vestirme y cuando estuve lista, bajé, Lou estaba esperándome en el salón mientras hablaba con Rober y después de coger el abrigo y despedirnos de él salimos de allí. Nos subimos en el coche y condujo hasta la inmobilaria. En cuanto entramos, una chica de unos treinta años le saludó, parecía que le conocía.

- Siempre que alguno de nosotros queremos comprar una casa, ella nos la vende.-me explicó en un susurro, yo asentí con la cabeza.

Volvimos a salir de allí, iríamos directamente a ver la casa, estaba en un barrio de  las afueras de Londres, concretamente en el mismo donde vivían Niall y Alice, pero que estaba bastante bien comunicado, en diez minutos en coche te plantabas en el mismísimo centro de la ciudad. Por fuera, era preciosa de dos pisos y tenía un jardín a la entrada. Entramos tras aquella chica al interior de la casa, había una especie de recibidor, a la derecha una cocina impresionante, un poco más adelante, a la izquierda, una puerta que llevaba a un gran espacio cuadrado que sería el salón. Había una gran cristalera al fondo que supuse llevaría a alguna especie de jardín. Un pequeño baño completaba la planta baja de la casa. Subimos a la segunda planta que tenía tres habitaciones, una especialmente grande con baño incluido. Bajamos de nuevo y la chica nos dijo que tenía que irse, otros clientes la esperaban pero como conocía a Louis, nos dejó ver la casa más detenidamente.

- ¿Qué te parece? –dijo abrazándome por detrás.

- Me encanta.-sonreí.

- Lo sabía.-besó mi mejilla.- Se ve rara sin ningún mueble ni nada pero estoy seguro que quedará genial. Podemos contratar a unos pintores y ponerla a nuestro gusto y demás.

- Se me ocurre algo mejor.-dije, se puso frente a mí, mirándome con una ceja levantada, esperando a que continuara.- Podemos esperar a que vuelvas de gira y hacerlo nosotros mismos, sería divertido.-sonreí.

- Es una gran idea.-dijo poniendo sus brazos en mi cintura.- ¿Entonces, qué? ¿Nos quedamos con esta?

- ¿Cuánto cuesta? –pregunté.

- ¿Y eso qué más da?

- Quiero saberlo, además pagaré la mitad, tengo que saberlo para decírselo a mi padre.

Here We Go Again (L.T.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora