Empecé a moverme agitadamente intentando que este me soltara.
-¡Sueltame! - chille entrando en pánico, su agarre era bursco y fuerte - ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Sueltame bruto! ¡Me haces daño!
De repente Fredek reaciono sobresaltado, su rostro estaba serio y desencajado por la sorpresa, reconocio mi voz, me quitó de un movimiento rápido la máscara que me tapaba el rostro y al verme se apartó de mi como si mi piel fuera de cristal y tuviera miedo de romperme.
Se quedó quieto durante unos segundos, mirándome fijamente sin creerse lo que veía.
-¿Que haces aquí? ¿¡Quien mierda la ha traido aqui!? - dijo apretando la mandíbula, con los músculos tensos tiro el cuchillo al suelo para luego intentar acercarse a mi de manera calmada y lenta, intentando no asustarme más - Alaska...
Mis piernas temblaban tanto que supuse que en cualquier momento me desmayaria.
Estaba acobardada. Esos hombres eran asesinos, poseían una fuerza feroz y descomunal, a su lado yo era un corderito débil.
-No te acerques, no me hagas daño -susurre mientras retrocedía, mis ojos estaban llorosos.
-Tranquila -sus ojos estaban clavados sobre mis hombros que no debajaban de subir y bajar por la respiracion agitada- No lo hare - me aseguro el mientras subía las manos en alto fingiendo ser inofensivo y pacífico - soy un hombre de diálogo. La violencia no es lo mío.
Ambos sabíamos que eso no era cierto.
-¿Conoces a esta pequeña humana? - murmuro el amigo de Fredek mientras se acercaba a mi -Se ve muy linda y apeti...-no pudo terminar la frase por que Fredek le lanzó un puño al estómago para que se callara, este empezó a retorcerse de dolor, mientras maldecía- ¡Eres muy agresivo! ¡No tenías por qué hacer eso! ¿¡no decías que la violencia no era lo tuyo!?
-Cierra la boca -le amenazo Fredek con voz molesta, mientras volvía a fijar su mirada en mi - No deberías estar aquí. Siempre tienes que meterte en mis asuntos. Malditasea.
-Deberias matarla por ver lo que ha visto. Es lo que siempre hacemos con los testigos humanos, ademas hay millones de humanos, por matar a uno no pasara nada- dijo su amigo, quien inmediatamente se quedó pálido y nervioso al ver la mirada afilada y de advertencia que le lanzaba Fredek para que se volviera a callar.
-¿Te gustó mi sorpresa? - murmuro Matias.
-¿¡Por que la has traído aquí!? ¿¡Has perdido la cabeza!? - le grito Fredek furioso a Matias mientras se le encaraba.
Matias seguía desatando las cuerdas que mantenían prisionera a su amigo en la silla.
-¡Ibas a matar a mi amigo, lo justo es que si muere alguien que me importa también tu pierdas a alguien que te importa! - le grito enfadado Matias - Por que se que ella te importa, por fin se cual es tu punto débil.
-Ella no me importa, sabes que por mi naturaleza no puedo sentir nada hacia nadie - lo dijo con una frialdad heladora y sincera, como si aquella hidra le ofendiera, por un instante fue como si todos en aquel lugar se olvidarán de que ella estaba allí delante - si no la he matado es por que tengo compasión por los débiles.
-Te engañas a ti mismo.
-No te tengo por que dar explicaciones. Pero has sido un imprudente trayendola aquí.
-¿Yo imprudente? Con ella delante se que no serías capaz de hacernos nada, no te atreveras a matar a nadie. No quieres que tu humana vea el tipo de persona cruel que realmente eres.
Ambos empezaron a discutir, yo seguía con el corazón latiendo a mil y la respiracion agitada, estaba aterrada, no eran personas normales, todos en ese sótano estaban locos, eran unos descerebrados.
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AMOR ITALIANO ✔
ParanormalEl era destrucción, caos, peligro. Con aquel cabello negro y aquellos fríos ojos que tanto miedo me daban. Siempre supe que escondía un secreto, que no era un chico común. Habia algo en el extraño. Pero nunca pensé descubrir aquello. Tampoco esper...