cap 9: Pavor

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⚠️ALERTA: TALVEZ UN POCO MUY GRÁFICO⚠️

Será esta noche... Esta noche esa maldita perra asquerosa me va a conocer, aprovechó el hecho de que no estaría aquí para hacerle esto a mi pobre, pobre bebé, en todos nuestros años juntos solo ha llorado por culpa de esa bazofia repulsiva, y sé perfectamente lo que le dijo, sé perfectamente lo que pasó, y me las va a pagar... ¡Me las pagará tan caro que deseará no haber nacido!

Ya pasó media hora desde que Jonathan se durmió... Igual que siempre, esa inocencia tan perfecta en su expresión... Simplemente la amo.

   - No te preocupes mi estrellita hermosa... Ya nunca más tendrás porqué llorar por culpa de ella ni nadie, estarás a salvo sólo conmigo...

Dijo susurrando mientras frotaba suavemente el cabello de Jonathan, se levantó sonriendo y sin más dilación puso en marcha su plan, se fue a buscar una navaja que había conservado todos estos años por si acaso, solo que ahora la usaría con un fin un tanto diferente, junto con eso, en una mochila puso algunas cosas que encontró particularmente "divertidas" para la ocasión: Una cuerda, un trapo, unas agujas y fósforos.

Eran cerca de las 11 de la noche, todo en general era bastante callado y en cierto punto calmado, nadie esperaría que ocurriría un desastre en una noche tan perfecta. No fue muy difícil salir de la mansión teniendo en cuenta que nadie lo vería si tomaba una ruta algo diferente, tampoco fue difícil dar con la casa de su víctima, solo fue necesario buscar su expediente mientras estaba en clases, aprovechó uno de los recreos para escabullirse en la dirección y encontrar sus papeles, desde el inicio fue el plan deshacerse de ella esta noche.

Erina no venía de una familia especialmente rica, poderosa o influyente como la suya, aún así su estatus y economía eran las suficientes como para no considerarse pobres o clase media. Esto significaba que talvez Dio podría moverse con la misma facilidad con la que lo hace en su actual hogar. Y en efecto, entrar no le costó mucho que digamos.

Una vez ahí dentro, el lugar parecía bastante callado, como si ni una sola alma se encontrara ahí, era bastante raro, ni el crujido de las hojas movidas por el viento o sonidos de los pequeños grillos, cigarras o ranas... Ruidos que normalmente alguien escucharía en la noche se veían completamente silenciados en este extraño lugar, el ruido más fuerte que llegaba a escuchar eran los lentos latidos de su corazón, que no llegaban a intimidarlo a pesar del tan pesado silencio. Era algo por lo que cualquiera sentiría bastante miedo, presión o ansiedad, el simple hecho de estar en una casa ajena y además sentirse innecesariamente solitario, a Dio no podría importarle menos, lo único que tenía en su mente y corazón en este momento era odio y venganza, que solo aumentaban con cada paso que daba.

Daba pasos tan lentos como sus latidos para evitar hacer mucho ruido, no le tomó mucho encontrar la habitación, movió la perilla de la puerta muy lentamente y una vez adentro pudo sentir en el ambiente su triunfo absouto, cosa que lo hizo sonreír por dentro, notó que el piso venía alfombrado así que matarla aquí solo dificultaría las cosas por tener que limpiar la sangre, siguió caminando sólo por explorar un poco el lugar y lo siguiente que notó fue una pequeña libreta con un corazon marcado con tinta, algo dentro de él le gritaba abrirlo y ver que decía en él, no se resistió mucho y lo abrió. Al darle unas hojeadas rápidas parecía que todas sus notas venían acompañadas con una fecha, parecía que ella anotaba todo desde hace 3 años.

En cada hoja que leía solo habían pensamientos  y "cartas" de amor para Jonathan, todas decoradas y pintadas de azul. Lo que Dio sintió en ese momento no fue odio como tal, sino cierto asco o repulsión por el contexto de estas cartas, ¿hacer una todos los días diciendo cosas que le gustaría hacer con él, poniendo un sin fin de adjetivos lindos, o escribir su nombre un sin fin de veces hasta llenar casi 10 hojas? Lo encontró como un acto obsesivo miserable y repulsivo, pero que si lo enfureció fue la última página, la del día de hoy:

Por TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora