cap 3: Apego

352 25 9
                                    

Que... ¿Qué acaba de pasar? ¿Eso fue un beso? No logré ver nada... Pero... Eso se sintió tan bien... Rápidamente mis lágrimas se secaron y no pude evitar sonreír de solo recordarlo, me gustaría pensar que si fue un beso... Sería la primera vez que alguien lo hace... ¿Pero acaso fue Dio quien lo hizo? Pues... Supongo que era el único ahí así que creo que si, espera un momento... ¡¿Dio me besó?! Oh dios...

¡¿Cómo debería reaccionar a esto?! Cuando dije que era el único no me refería a esto... O no lo sé... Solo quería... Que no me dejara solo... ¿Qué tal si todo este tiempo su forma de actuar era una forma de ocultar lo que sentía?.. O, ¿qué tal si yo soy el qué malinterpreta todo? Hasta hace poco pensaba que solo no sabía expresarse conmigo pero... En el fondo siempre me gustó su forma de ser, eso me hacía creer que yo también era el único para él...

Yo... Nunca me había puesto a pensar en cuan importante era realmente para mí... Lo mucho que busco su aprobación y pensar en lo feliz que me hacía cuando no era tan malo conmigo de vez en cuando, talvez ninguno malinterpretó mal nada... Un beso suyo no pudo hacerme más feliz... Talvez... ¿Esto es amor? P-pero... ¿Y que tal si no quiere nada conmigo? No tengo cómo decírselo... Pero tengo que hacerlo, no me quedaré como un cobarde sin hacer nada, y aunque no me corresponda o si pasa cualquier cosa... Siempre buscaré una forma para hacerte tan feliz como tú lo hiciste... Dio Brando.

A la mañana siguiente no pude evitar sonreír antes de levantarme, sencillamente no podía pensar en otra cosa que no fuera ese beso y que volvería a ver a Dio hoy, si no fuera por esas cosas, ni siquiera trataría de levantarme pero aquí estoy, un día nuevo y bello, hoy trataría de no separarme de él, aunque debería intentar disimular un poco para no incomodarlo, debo tener en mente que posiblemente él realmente no me quiera y me esté creyendo mi propia mentira, así si llega a pasar algo, sabré que el golpe emocional no será muy duro.

Salí de mi cuarto para desayunar y justo él salió al mismo tiempo, no pude evitar ponerme nervioso apenas lo ví, pero también me hacía muy feliz verlo, así que intenté saludarlo de forma amable, tener una conversación, y... Trataría de decirle lo que sentía...

   - Buenos días Dio, ¿cómo estuvo tu mañana?

Él solo me mira de reojo, devuelve la mirada a su camino, y me contesta de forma algo molesta.

   - ¿Qué quieres Jojo? No estoy de humor para tus estupideces.

   - Oh... Pues... N-no era nada en especial, solo quería agradecerte por lo que hiciste ayer... De verdad me hizo sentir mejor...

Lo que Jonathan no sabía es que Dio también había tenido un conflicto interno anoche, ahí mismo había terminado aceptando que su adicción por el peliazul, tenía que ser descubierta en algún momento, la necesidad de tenerlo "solo para él" cada día lo volvía más loco, pero nunca había esperado sentirse empático con él en ningún momento, no le gustaba reconocer cuando se sentía más débil que alguien, pero sentirse más débil que él mismo, al no poder cerrar sus sentimientos por él, lo hacía sentir lo más bajo de este mundo.

Sentir la necesidad de proteger a alguien era algo que nunca había sentido, odiaba el sentimiento y odiaba a Jonathan por hacerlo sentir tantas cosas en tan poco tiempo, y no era para nada un buen momento para que se encuentre con el núcleo de todo su pesar y placer.

Ese idiota... ¡¿Porqué me está agradeciendo?! ¡Lo golpearía ahora mismo por hacerme sentir todo esto! Pero no puedo... No voy a perder la compostura por alguien como él, no gano nada haciendo una rabieta, ugh... Solo lo voy a ignorar... Lo último que quiero en este momento es ver su estúpida cara.

Y eso fue lo que hizo, Dio simplemente se fue, bajando las escaleras para desayunar sin devolverle la mirada a Jonathan, quien estaba algo confundido y preocupado por su reacción.

Por TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora