cap 18: Incertidumbre

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   - ¿Recuerdas... Aquella vez en que te pregunté sobre qué querías de regalo de cumpleños, y tú me dijiste que solo controlar la realidad sería mejor que lo que tienes ahora?

   - Lo recuerdo muy bien, como si hubiera sido ayer...

   - Han pasado casi cien años, amor... A día de hoy sigo pensando en eso...

   - ¿... Sigues creyendo que algo así sea posible?

   - Claro que si... Luego de tantos años, la humanidad ha evolucionado mucho, ahora sabemos cosas que cuando éramos niños ni siquiera podíamos imaginar, muchas noches me pregunté si nosotros podíamos hacer algo más ellos, pero ahora lo entiendo...
La realidad y el destino han estado ligadas a nosotros de maneras inimaginables, el destino nos demostró su poder al mostrarnos cosas que pasarían tarde o temprano, pienso que... Debe haber una forma de modificarlo, tener un libre albedrío...

   - ¿Un... Libre albedrío? ¿Cómo podríamos alcanzar eso?

   - Entendí que la realidad y la gravedad son cosas que están más que relacionadas, el tiempo, por otro lado, se ve afectada por ambas cosas, si quisiéramos controlarlo todo, tendríamos que aprender a dominar esas tres cosas... Pero primero, necesitamos conseguir un poder nuevo...

Es natural hacerse preguntas como ¿Qué es el destino realmente? ¿Se puede modificar el destino? ¿Los deseos son parte de nuestro destino? hay muchas cosas de nuestro mundo que no entendemos, pero sin duda, Hay eventos que van a pasar de algua u otra manera sin importar nada, Dio ya lo había admitido una vez, sabía que algo más allá de su conocimiento y poder lo conducían a eventos que le sonaban vagamente familiares, habían cosas que estaban destinadas a pasar, y pasarían aún si ya se habían roto varias reglas gracias a que en cierto punto, la voluntad de una persona podría superar al destino como ya se mostró antes.

Dio sabía lo que tenía que hacer, y en parte, sabía lo que iba a pasar, había vivido la misma historia una y otra vez, solo que ahora tenía una motivación diferente a la que ya había tenido, tenía alguien a quien amar y alguien por quien luchar, de alguna forma sentía que el plan que ya había hecho tantas veces, podría funcionar si ya había podido romper al destino al cambiar sus intereses y metas por completo, se desconocía a sí mismo en cierto punto, sentía que muy a pesar de sus limitadas acciones, era libre de hacer lo que quiera, intentar lo imposible sería su prueba definitiva.

Su nueva aventura empezaría a inicios del año 1987, ambos vampiros, quienes habían vivido entre las sombras por casi 100 años, ahora emprenderían un viaje a otro continente para conocer a una persona que les ayudaría a cumplir su objetivo, se trata de una bruja que residía en Egipto, su nombre era Enya, y era la poseedora de unas flechas que despertarían el poder de nuestros protagonistas, un stand.

El plan había comenzado, en cuanto ambos consiguieron sus stands empezaron a buscar seguidores, que varios aceptaron con sólo recibir su stand, algunos con un stand de nacimiento fueron convencidos con una buena paga o algún tipo de manipulación, la situación para nosotros podría resultar familiar a excepción de una cosa, Jonathan.

Dio se había encargado de mantenerlo alejado de todo el proceso, aún sin entender perfectamente el funcionamiento del destino, sabía que éste ya no era un lugar adecuado para él, hacer movidas grandes haría que el destino trate de sacarlo de la ecuación para que las cosas sigan su rumbo normal, pero Dio no lo iba a permitir, esconderlo de todos no sería suficiente, dejarlo solo no era opción, tendría que estar a su lado en todo momento y hacer lo imposible para que nadie lo vea, pero incluso eso no evitaría la aparición de nuevos problemas.

Dio se veía en la obligación de buscar a sus nuevos seguidores por su cuenta, pronto se dio cuenta que encontraría a mejores usuarios de stand si se extendía a lugares diferentes a Egipto, por lo que era natural que tenga que viajar con Jonathan para encontrarlos.

Por TíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora