En lo profundo | Lisoo

Capítulo 13

Luego de una persecución infantil, Lisa hizo prometer a Irene dejar de hacerle bullying y burlas. Pero claro Lisa fue ingenua porque no se dio cuenta que su ex había cruzado los dedos y ya le había platicado todo a su amigo.

Simplemente estaban esperando el momento perfecto para molestarla.

Ya todos estaban listos nuevamente en el cuarto de comunicaciones.

—Bien chicos. Es hora de la revancha. Meg vs Humanos —sonrió Lisa—. Ya tengo una idea de que podemos hacer, pero deberán ser valientes.

—Cuenta conmigo —sonrió Irene.

Ella nunca tuvo problema con el peligro y por ello es que se hizo gran amiga de Lisa. Ambas compartían ese gusto por la aventura y eso las hacia las mejores amigas.

—Y conmigo —se apresuró a decir Jisoo.

A pesar de ser correspondida por Lisa, aún tenía sus dudas sobre cómo Irene se sentía hacia su ex. Solo era precauciones que toda madre soltera tomaba cada que encontraba una pareja fiel y esta se llevaba ridículamente bien con su ex.

Lisa le sonrió a Jisoo depositando un tierno beso en su mejilla ganando una sonrisa boba de parte de la bióloga. Después miró a Taehyung en busca de la afirmación de su amigo.

—Sabes que somos un equipo Jackie —aseguró—. Somos el trío Manoban-Bae-Kim —abrazó por los hombros a sus dos mejores amigas de la infancia.

Irene y Lisa chocaron los puños con el para después formar el sonido de una explosión

—¿Tú qué dices Park? —miraron a la australiana.

—Diría que es un buen día para pescar —sonrió completamente feliz de tener a Jennie a su lado dándole caricias en su rostro.

Le estaba aplicando un poco de pomada sobre sus rojizas mejillas marcadas por las bofetadas que en su momento se pasaron desapercibido con toda la sangre de ballena.

—¿Y tú pelinaranja?

—No dejaré que Rosé haga otra tontería que arriesgue su vida de esa manera —terminó de aplicar pomada en las mejillas de Rosé—. Todos ustedes son unos locos suicidas, obviamente tengo que ir a cuidarlos, bola de inmaduros.

La australiana rió nerviosa. Al parecer la neozelandesa seguía algo resentida por haberse ido de esa forma sin decirle la verdad.

—Jen.

—¿Qué? —sono algo fría.

—Y si en vez de desquitarte con mis mejillas, ¿Te desquitas con mis labios? Ya estoy limpia —le sonrió.

Jennie gruñó por la encantadora y adorable cara que le hizo, tomó de la playera a Rosé y la besó ignorando a las burlas de sus compañeros que silbaban y decían wuuu.

—No vuelvas a hacer eso o voy a darte un paliza —la abrazó ocultando su rostro en el cuello.

Rosé quedó embobada siendo a penas capaz de corresponderle el abrazo. Su linda pelinaranja era una intensa, mal humorada y sarcástica, pero honesta y muy inteligente.

«Me encanta» —pensó acariciando su espalda.

—Menos mal. Ya era hora de que Jennie se consiguiera a alguien. Creí que moriría soltera —habló Seulgi.

Ella había sido víctima de su sarcasmo incontables veces, solo esperaba que con alguien a su lado dejara de ser amargada.

Jennie le mostró el dedo corazón sin mirarla ni separarse de Rosé haciendo reír a los adultos.