Capítulo 4: Hadrian has a chat with Death pt. 3

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Le llevaría muchos años superar el dolor y encontrar la paz en el papel de Maestro de la Muerte.

Mortuus continuó -El título es engañoso. No necesito un maestro que me dé órdenes-. Hadrian pudo oír una nota de burla por parte de ellos y optó por rechazar cualquier pregunta. Había experimentado las actitudes narcisistas que prevalecían en el mundo de los magos y no podía decir que culpaba a Mortuus por su tono.

-En cambio, tienes la capacidad de elegir. Vendré cuando me llames. También eres inmortal. Las Reliquias sólo te responderán a ti ahora. Con el tiempo, se desarrollarán otras habilidades, y tu poder crecerá. Los lanzamientos sin palabras y sin varita mágica serán más fáciles para ti. Honestamente, no sé exactamente cómo se desarrollarán las cosas. Eres el primer Maestro de la Muerte-. Mortuus se encogió de hombros, con una expresión un poco contrariada. Esta admisión provocó una breve risa de Hadrian. ¿Cómo era esta su vida? Con un tono teñido de histeria, preguntó -¿Adónde quieres que vaya?-.

-Hay muchos mundos y posibilidades. Algunos están llenos de magia, otros no tienen ninguna o tienen seres de gran poder que rivalizan con los mágicos. Si estás dispuesto, te animo a viajar a un lugar lleno de magia. Aunque es muy diferente a tu primer mundo. Todo lo que necesites saber te será explicado. Otro de mis favoritos es un héroe en esta realidad. Ha luchado en muchas batallas y ha ganado la paz para aquellos que ama. Podría ser de gran ayuda para ti, y para tu familia, si así lo deseas-.

-¿Familia?- Esta idea sorprendió a Hadrian y tuvo miedo de esperar. Sirius y Remus pasaron por su mente. Habían muerto luchando por él defendiéndolo. ¿Cómo podría poner a alguien más en su lugar? La culpa se enfrentó a la esperanza.

-Sí, hay peligros en este nuevo mundo. Tener esta familia te proporcionará un refugio seguro. Pueden enseñarte, entrenarte y aceptarán tus dones sin miedo-.

-¿Cómo estaríamos emparentados exactamente? ¿Por la sangre?- Sin saber de dónde venía esta pregunta, Hadrian no estaba seguro de qué respuesta quería. Hacía tiempo que había renunciado a la esperanza de que los Dursley llegaran a quererle. Sólo había conocido el amor y la aceptación de dos personas, Sirius y Remus. ¿Quería tener una familia de verdad, gente que fuera suya pase lo que pase?.

-Si eliges este camino, entonces sí, por sangre-.

-Yo... no estoy seguro. Mis únicos parientes eran... desagradables. ¿Cómo podría estar seguro de que esto no sería un desastre? ¿Acaso querrían que me entrometiera en sus vidas?- Hadrian no estaba seguro de si estaba tratando de convencerse a sí mismo o simplemente necesitaba la seguridad. Deseaba desesperadamente tener una familia, pero había previsto que cualquier futuro más allá de la derrota de Tom Riddle era imposible. ¿Podría realmente tenerla?.

-No hay garantías. Sin embargo, dudo que cualquier dificultad sea insuperable-.

Hadrian asintió pensativo, aceptando que aquello era una oportunidad para la familia y no una garantía. Se sentó en silencio a contemplar las opciones, las posibilidades y los riesgos. Sabía que tendría que confiar en Mortuus y en lo que le recomendaran. El primer paso debía darlo Hadrian. Era algo de lo que nunca se arrepentiría. Pero pronto aprendería que Mortuus tenía puntos de vista que se basaban en su limitada comprensión de los mortales. La precaución y un interrogatorio cuidadoso habrían evitado varias situaciones incómodas.

-Conservaré mi magia, ¿verdad?- Volvió a comprobarlo.

-Sí-.

Con un único y decisivo movimiento de cabeza, afirmó con firmeza -Entonces, iré a ese nuevo mundo que me recomiendas-.

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