Capítulo 25: Unwanted queries

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Adalind hizo una pausa en la lectura de uno de los fascinantes libros de hechizos que su nuevo hijastro le había prestado gratuitamente de su extensa biblioteca mágica. Hacía unos minutos que no oía risitas ni chillidos de los dos niños que se habían abalanzado ansiosos sobre Hadrian cuando llegaron a casa de Monroe y Rosalee.

Un poco preocupada, decidió ir a ver cómo estaban los tres hermanos. De puntillas por la puerta de la cocina, enseguida se dio cuenta de que sus travesuras habían agotado a los tres. Hadrian dormía sentado en el sofá, su hermano dormía sobre su pecho y Diana estaba firmemente sujeta contra su costado. Incapaz de resistirse, hizo varias fotos antes de enviar una a Nick y al chat de grupo. Él respondió inmediatamente con un pulgar hacia arriba. Rosalee y Wu no tardaron en añadir emojis de corazones. Al comprobar la hora, Adalind se planteó llamar a Nick, ya que claramente había estado lo suficientemente libre como para responder a su mensaje.

-Hola-, la saludó cordialmente. -Veo que has tenido un día ajetreado-.

Adalind rió en voz baja mientras se dirigía a la puerta trasera y salía al porche para sentarse en una de las sillas de mimbre que Rosalee había añadido después de mudarse con Monroe.

-Sinceramente- dijo, -he estado muy ocupada explorando la fantástica biblioteca de Hadrian. Creo que está encantado de ser hermano mayor y no pudo negarse al entusiasmo de Diana por jugar con él. ¿Cómo van las cosas en la estación?-.

Nick suspiró -Ha sido un día tranquilo, la verdad. Poniéndome al día con el papeleo. Bueno, excepto cuando nuestro capitán favorito me llamó a su despacho para un intento nada sutil de interrogarme sobre nuestra nueva incorporación. Sé que todos hemos decidido mantenerlo en la oscuridad tanto como sea posible, pero no estoy seguro de cuánto tiempo va a durar. Obviamente, no podemos decirle mucho de nada, todavía. No cambiaré los planes sin discutirlo en grupo. Nunca me fiaré de él, ¿sabes?-.

Adalind exhaló un suspiro --Sí, hay demasiadas cosas entre todos nosotros como para pretender que confiamos en él o que él confía en nosotros. Aun así, tenemos que intentarlo. Diana adora a su padre y no vamos a poder ignorarlo por completo. Hay momentos en los que será útil. Por mucho que odie admitirlo-.

Nick gruñó en señal de acuerdo, -Renard también me hizo saber que el FBI ha sido oficialmente informado de que Hadrian apareció por aquí. El consulado británico se ha involucrado-.

Adalind puso cara de fastidio ante aquella información.

-Han solicitado que vengamos para responder a algunas preguntas. Como han pasado por los canales apropiados, Renard ahora tiene información antes de que estuviéramos listos para que lo leyeran. Es consciente de que Hadrian es mi hijo y apenas disimulaba su curiosidad sobre el método de llegada de Hadrian. Realmente no quiero que consiga información a través de Diana primero, así que estoy pensando que vamos a tener que adelantar nuestro calendario-.

Adalind canturreó pensativa y finalmente estuvo de acuerdo. -No es nada que no hayamos planeado. Todo saldrá bien, Nick-.

Hubo una pausa, y luego Nick murmuró en voz baja -Tienes razón. Sólo quiero protegerlo. Lo cual es imposible, de verdad-. Otra pausa, y luego, -Gracias. Te veré dentro de unas horas. Te quiero, Adalind-.

-Lo sé-, bromeó ella con descaro. Su risa fue lo último que oyó mientras se despedía de él.

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