Diecisiete

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GANÓ LA SCALONETA, SOMOS CAMPEONESSS

Mañana disponible historia de el Dibu❤️

Narra Agustín

La agarré del cuello y la besé con muchas ansias, sus labios y los míos conectaban de una manera que nunca imaginé, cada vez el beso subía más de intensidad al punto en el que estábamos en una guerra de lenguas literalmente, nunca una mina me había calentado como esta morocha.

Me separé y bajé hasta su cuello, lo besaba y mordía mientras con la otra mano le apretaba ese orto hermoso que tiene.

Mai: A-Agus, m-me vas a dej-ar marcas. -la escuché decir con la respiración entre cortada.

Agus: Me chupa un huevo, que se vaya todo a la mierda.

Le dejé una marca bastante notoria, me gustaba ser el dueño de ese chupón, no voy a negarlo.

Saqué su remera y como no tenía corpiño sonreí para después apretar sus pechos, besarlos y morderlos hasta que quedaron llenos de marcas y rojos por como mordí sus pezones.

Bajé un poco más y saqué su short junto con su tanga.

Agus: La puta madre estás tan mojada, me re calentas flaca.

La acosté en el piso pero no sin antes hacer el gesto para dar el consentimiento antes de que nos manden al frente y ella hizo lo mismo.

Bajé hasta su entrepierna y la miré.

Agus: ¿Puedo?.

Asintió y metí 2 dedos, los comencé a mover lentamente dentro suyo y con mi otra mano aproveche para jugar con su clítoris, lo movía en círculos despacio mientras mis otros 2 dedos seguían entrando y saliendo pero cada vez cmás rápido.

Mai: Estoy por acabar Agus...

Agus: Todavía no preciosa.

Dejé lo que estaba haciendo, chupé mis dedos y me miró extrañada.

Procedí a sacarme la ropa y me di cuenta que no tenía forro.

Agus: Mierda, no tenemos forro Mai.

Mai: No importa, cuando estés por acabar salí y listo.

Agus: Cómo me encantas pendeja.

La puse contra la pared de manera que ella quedó de espalda hacia mí. Agarré mi pene y lo metí dentro de ella despacio a lo que hizo un gemido de dolor.

Agus: ¿Estás bien? ¿Querés que pare?

Mai: No... Me gusta, pero es muy grande y gruesa, dejame asimilarlo.

Reí y me quedé quieto un ratito hasta que ella comenzó a moverse.

Agus: ¿El que manda acá soy yo me escuchaste?.

Con una mano la agarré del cuello y con la otra del culo, primero empecé lento, suave, tranquilo.

Mai: Dios Agus me estás haciendo sufrir.

Agus: ¿Si?

Comencé a penetrarla más duro y más rápido, cada vez que gemía era música para mis oídos.

Mai: Agus... Voy a acabar.

Agus: Yo también.

La di vuelta haciendo que me mirara y cuando acabó salí de ella.

Mai: Me toca hacerte acabar a vos.

Metió mi miembro en su boca mientras con su mano me masturbaba, agarré su pelo para que no lo tenga en la cara y dejé que siga a su ritmo.

Agus: Hija de puta que bien que lo haces...

Tiré la cabeza hacia atrás y solté un gemido, ella hacía círculos con la lengua en la punta del pene.

Agus: Mai... Ya voy a acabar.

Se sacó mi verga de la boca y me miró.

Mai: Hacelo en mi boca.

Sacó la lengua y me masturbó hasta que terminé, en su boca y se lo tragó todo.

Sonreí y la besé.

Agus: Lo que si... Acordate que acá mando yo.

Mai: Si... Perdón.

Agus: Así me gusta, cuando pueda te voy a castigar por esto.

¿Solo un juego? - Marcos GinocchioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora