Estúpido enfermito

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Nota: ¿Pensaban que no iba a actualizar?... Y no, no iba a hacerlo. Pero bueno, ya hasta se me olvidó que tenía escrito. 

Viene la semana gustholomule, así que me dije "oh bueno, vamos a escribir algo al menos". ¡Y aquí está!. Piensen que le sigue a lo que puse antes. En fin,  que comience: ¡camarografo!, luces, cámara y...  ¡Acción!


Los meses pasaron, después de los acontecimientos con el coleccionista en las islas la gente volvió estar en su tranquilidad llena de brujas y demonios, conviviendo en una sana paz sin ningún anciano con túnica que los manipulara. Los lugares se sentían volando, con piedras alrededor que reconstruyen a lo que antes daba por perdida las islas gracias a los ciudadanos que se esforzaban en tener lo que antes era, teniendo listas muchos de los vecindarios en bonesbough hechos. En uno de esos vecindarios en las costillas del titán, había una casa en el bosque frondoso de árboles morados, estaban un poco alejados del centro de la ciudad. Estaba hecho de madera y piedras de tonalidades castañas pero con fortaleza como para aguantar todo lo sucedido en todo el lugar como para estar casi intacta.

Ahí, habitaban los Tholomule, una familia con honor pero humilde, que casi no habitaban en los corredores por los trabajos que hacían fuera de este hasta llegar a la noche o el día siguiente, excepto el menor. Matt Tholomule, que hoy precisamente estaba raro: sin ánimos, su cuerpo le pesaba y los fluidos mocosos salían por su nariz mientras agarraba un pañuelo en su escritorio; estaba enfermo.

La conocida gripe de araña lo había invadido por oler una flor llamada "grito de araña" que lo dejó en ese estado por toda la semana, sin embargo, estaba peor por estar en la cama sin hacer nada divertido. Sólo vió su penstagram, mientras sentía que moría con cada respiración que daba y se resonaba la nariz, estaba fastidiado de esto. De pronto, le llega una llamada de su hermano que estaba en su trabajo ayudando a reconstruir las islas, desbloquea la llamada deslizando y le contestó:

─¡Hola hermanito! ¿Ya te sientes mejor?-Preguntó Steve con un tono de voz alegre y preocupado a la vez-.

─No mucho, Steve... -respondió- sólo quiero que esto acabe -dijo Matt mientras tosía con debilidad-.

─Oh vamos, Matty. Todo saldrá bien -contestó el hermano mayor-, además, le encargué a alguien que te trajera una sopa de escarabajo para que te sientas mejor. Esa sopa que preparaba nuestra abuela siempre cura.

─Primero ¡No me llames así!. Segundo...¿Alguien? -dijo el menor con confusión-.

─Sí, ya lo verás, viene para allá -contestó el mayor con una sonrisa-. Oh bueno, me necesitan aquí bastante rato así que tal vez no vuelva hasta mañana... De nuevo. Bye Matty.

Matt colgó su teléfono confundido ¿Quién vendría?, hasta que escucha el sonido de la puerta tocandose después de unos minutos. Él bajaba las escaleras mientras las piernas le tiemblan, se apoyaba del mango para no caerse hasta llegar al bloque de madera jalando la perilla para ver quien tocaba. Se impresionó un poco al verlo: era Gus.

─¡Hola Matty! -dijo el chico moreno con bastantes bolsas entre sus delgados brazos recubiertos con mangas de color verde-.

─Hola... -respondió, algo avergonzado al saber que era él, rascándose el brazo mientras miraba al suelo-.

─Matt yo... Lo siento -dijo Gus algo triste en su voz-, se que fue mi culpa que te enfermaras por insistir de buscar esa flor. Pero te juro que no volverá a suceder.

─¿Hmmm? No no no, no te preocupes por eso -contestó sonriéndole a los ojos, haciendo que Gus hiciera lo mismo-.

Matt abrió más la puerta para dejarlo pasar mientras él veía su casa por primera vez. La sala era agradable: un piso marrón claro de mármol, muebles anaranjados y blancos que le hacían dar un ambiente cálido al lugar, que para extrañarse, parecían de esas casas que salían en las revistas aunque no tuvieran muchos muebles y más bombillos que mesas; Gus se quedó viendo más hacia las paredes llenos de cuadros familiares: en todos salían Matt y su hermano, pero, en algunos estaba una señora de pelo castaño oscuro tornándose a rojo con un señor del color de piel de Matt, y en otro, con otro señor mayor con un cuerno en su cabeza. Gus se extrañó un poco, pero sonreía al ver a matt feliz en las fotos. Que hablando de él, recordó que estaba a medio morir mientras caminaba y tosía de vuelta a su habitación.

·Odio mucho amarte· |Gustholomule Gus x mattholomule|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora