IMPERIO DE MENTIRAS

4 "Monedas de plata"

Cheryl se encontraba en su habitación junto su hermano, mientras analizaban los videos de las cámaras de seguridad de los días que siguieron después del asesinato de su padre.

- ¿Qué quieres encontrar, Cher?

- Alguien lo mató

- Eso ya lo sabemos

- Todos los que habitan en esta casa son raros y esconden algo. ¿Crees que Hermione habría dicho que perdió al bebé si no hubiera terminado en la cárcel como sospechosa? Y te recuerdo que no quería decirlo

- Lo de ella es delicado, perdió a su hijo, hijo que lleva años tratando de tener. Este fue su tercer aborto

- Todo iba bien, no sabemos por qué pasó

- Deja de jugar a la detective

- No estoy jugando. Jason, tanto tú como yo y todos los que habitamos en esta casa estamos acostumbrados a una vida muy buena y para que sigamos así necesitamos las joyas que robaron

- Cher

- Relájate Jason - tomó las llaves de su convertible

- ¿A dónde vas?

- A la escena del crimen a ver si puedo encontrar algo que los estúpidos de la policía no

- Con cuidado

- ¿En serio me dejarás ir sola?

- No quiero salir y ya no quiero seguir con esto, es difícil

- Cómo quieras

- Mantén tu ubicación prendida

- Si

- Te quiero

- También yo, nos vemos más tarde

Jason negó con la cabeza mientras veía a su hermana salir de la habitación, estaba llevando todo muy lejos. La producción de las nuevas joyas ya había empezado, no era necesario buscar las otras.

Al igual que su hermana tenía la intriga de saber que había pasado con su papá, pero estaban jugando con fuego y se iban a quemar tarde o temprano, de eso estaba seguro.

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Gladys se encontraba en la cocina preparándose un emparedado. La mujer estaba buscando algo en el refrigerador y lo dejó caer cuando sintió que alguien estaba parada detrás de ella.

- ¿Qué haces ahí? - miró a su cuñado

- Perdón, quería agua fría y no pensé que te fueras a asustar, hablé cuándo entré - se disculpó Tom

- Hazte para allá, voy a limpiar esto

- Yo lo limpió, fue mi culpa

- Cómo quieras - la morena se fue a parar al otro extremo de la cocina

Tom buscó las cosas y recogió los vidrios del suelo. Pasó al lado de Gladys y luego regresó a la cocina para servirse su vaso de agua. La morena solo lo observó sin hacer contacto visual con él.

- ¿Por qué no me miras a los ojos? ¿Te hice algo?

- Fue porque me asustaste

- No fue por eso, estás así conmigo desde que pasó lo de Clifford - La cara de Gladys se tornó blanca, parecía un fantasma - ¿Estás enferma?