IMPERIO DE MENTIRAS

7 "Una sensación extraña"

Betty, Hal, Alice y Polly salieron a comer a un restaurante porque la hija mayor así lo pidió y si Polly lo pedía, Hal aceptaba. Polly era muy cercana a su padre mientras que Betty lo era con Alice.

- ¿Acaso esto no es bueno? Solo nosotros cuatro - dijo Hal con una sonrisa

- Maravilloso, papá - Polly besó la mejilla de su padre - aprovechando que solo estamos nosotros quería pedirte un auto nuevo - sonrió

- ¿Qué? - la mirada de Alice se posó en su hija mayor

- Quiero un auto nuevo, el que tengo tiene dos años

- Si ella va a tener un auto nuevo, entonces yo también quiero que cambien el mío - Betty se cruzó de brazos - ya están viejos los autos

La rubia había hecho lo mejor que pudo para educar bien a sus hijas y eran niñas buenas, solo que al tener tantos privilegios eran caprichosas, en especial Polly, que Hal le daba todo lo que quería.

- ¿Para qué quieren otro carro? El que tienen está bueno, además la que debe cambiar de carro soy yo, llevo cuatro años con el mismo

- Perdón que lo diga, pero porque quieres, mamá - Betty sonrió

- En eso Betty tiene razón, te dije que te compraba una camioneta y no quisiste

- Prefiero gastar ese dinero en ropa - miró a sus hijas - niñas, si les compramos carro nuevo, todos en la casa nos van a matar por estar gastando dinero a lo tonto

- Todos gastan igual que antes, no veo el problema - respondió Polly

- Yo tampoco

- Alice, si las niñas quieren un carro, lo tendrán - su esposa puso los ojos en blanco, cosa que siempre le había molestado - no acepto que te opongas

La rubia mayor se tragó sus palabras porque no quería discutir con Hal en un lugar público, así que solo sonrió. Tomó un gran respiro y de relajó un poco, necesitaba contarle algo a sus hijas.

- Saben que llevo años juntando dinero para comprar RIVW - sus hijas y esposo la miraron con curiosidad - firmé los papeles ayer - sonrió

- Wow, mamá, eso es increíble - dado que estaba al lado de su madre la abrazó - muchas felicidades

- Es Maravilloso mamá, estoy orgullosa de ti - Polly tomó la mano de su madre - Papá, ¿No vas a decir nada?

- Felicidades, Alice

- Gracias

- ¿Lo contarás?

- Sí. Con todo lo que ha pasado desde lo de Clifford creo que es bueno que pude adelantar el trámite, así evitamos escándalos. Ahora que soy la dueña aprovecharé para estar más tiempo en casa

- ¿En serio? - preguntó Polly sorprendida - pensé que odiabas estar en la casa

- Necesito descansar ¿No crees que ya he vivido mucho para mis treinta y ocho años?

- Dado que Polly tiene veinte, si has vivido mucho

- Creo que nunca he preguntado pero ¿Por qué tener hijos tan jóvenes?

- No sabíamos lo que hacíamos, Polly - respondió Hal - pero lo bueno es que estás aquí y tu hermana también

- Lo único malo de que quiera quedarme en la casa es Gladys, de ahí en fuera todo bien. Incluso podemos ir a Nueva York, niñas

.

Gladys se encontraba en la sala ayudándole a Jellybean con su tarea y Juguead solo las acompañaba, era un adolescente, así que no tenían mucha comunicación.