15 "El corazón delator"

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Betty despertó gritando, causando que Juguead se despertara. El joven se había colado en su habitación para dormir con ella, después del día tan difícil que había sufrido, solo quería que se sintiera segura.

Con una mano en el pecho y la otra en su boca la joven rubia miró horrorizada hacia todos lados, teniendo de algo.

— Betty, tranquila — colocó su mano en la espalda de la joven, pero esta la quitó rápidamente — gritaste muy fuerte, juraría que despertaste a alguien

— No lo creo — miró a su novio — nos van a descubrir

— Hey, tranquila — pensó en tocarla pero prefirió no hacerlo por la reacción que había tenido — nadie nos va a descubrir, veremos cómo lo solucionamos

No quería tocarla, por el hecho de que ella estaba mal emocionalmente y había estado reaccionando mal a sus toques, pero tuvo que hacerlo cuando vio que la colcha de color gris de Betty estaba empapada de sangre. Sus nervios estaban mal y había enterrado sus uñas en las palmas de sus manos.

— Estoy aquí contigo, todo está bien — besó su frente y luego los nudillos de sus manos — por favor, no te lastimes

— Te juro que no quería hacerlo — comenzó a llorar

— Lo sé, pero no tenías otra opción

— Iré a darme una ducha

Sin decir más, se levantó de la cama y se dirigió al baño donde se desprendió de su ropa y se colocó debajo de la regadera.

Talló su cuerpo una y otra vez queriendo que cualquier rastro de sangre de ese hombre no quedara en ella. Se había bañado en la cabaña y tardó más de una hora ahí. Jamás había querido matarlo, pero todo se salió de las manos.

Cada que cerraba los ojos revivia la escena. Recordaba todo muy bien.

Aceptó verse con Tall Voy en la cabaña, para darle el dinero que quería, pero el hombre iba con otras intenciones, así que cuando él intentó abusar de ella, no dudó en utilizar el arma que le había robado a Hermione hace un año, total, la esposa de su tío tenía varios y no se daría cuenta si le faltaba alguna.

Cuando Juguead llegó él se encontraba tirado en el suelo sobre un gran charco de sangre.

En un intento desesperado de querer limpiar la escena del crimen, Betty terminó manchandose toda de sangre. Juguead le pidió que se diera una ducha mientras él limpiaba todo el desastre.

Juraría que sintió como se había arrancado la piel con tal de que ninguna mancha de sangre quedara en su cuerpo.

Juguead entró al baño, preocupado por Betty. Al igual que ella, estaba en shock, pero tenía que ser fuerte por ella y tener la mente fría para actuar de manera correcta.

Ver la manera en la que Betty tallaba su piel le daba escalofríos. La mirada que Betty le dio cuando se percató que estaba ahí le heló la sangre.

— Jug, ¿Estás seguro que su corazón ya no latía? — él le dedicó un sentimiento — debemos ir y comprobar, porque aún escucho su corazón

.

Alice no podía dormir por un dolor de espalda que la estaba matando, así que daba vueltas en su cama. Se quedó quieta cuando la luz del lado de Hal se encendió.

— Alice, no sé si tú no tienes sueño ¿O qué?, Pero yo tengo que levantarme temprano para ir a trabajar, así que deja de moverte, por favor

— Me duele la espalda Hal, no puedo dormir, no me acomodo de ninguna manera — se sentó en la cama recargandose en la cabecera

IMPERIO DE MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora