Capítulo 1.

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Jimin y Jungkook llevan siendo Mejores amigos desde que tienen memoria, pues sus padres también son amigos, líderes en empresas con mucho dinero y reconocidas por todo Corea del Sur.

Algo raro entre los padres de ambos es que, no desean, alaban para que sus hijos lleguen a algo más que sólo "Mejores amigos" para que así las empresas no solamente se han reconocidas por Corea, si no también por todo el mundo.

Los progenitores de jimin tienen por sí solo dos hijos, los dos varones, la señora Park deseaba una hija para que así se casase con el hijo de los Jeon, pero no la tuvo y quiso quedarse con sus dos hijos, el más mayor lo casaría con Jungkook, el cual es Jimin.

Jimin que era libremente gay, además de que Jungkook le atraía demasiado, no se quejaba.

Jungkook tampoco se quejaba, pero quería más tiempo, solamente para saber definitivamente si lo haría o no.

Y aquí estan, discutiendo la situación como cada día lo hacían.

- Papá, sólo dame un poco más de tiempo.- pidió Jungkook.

- Perdón hijo, pero tienes veinticuatro años, es momento de que te cases con jimin, tu más que nadie sabes que es un gran muchacho. - dijo el padre de Jungkook con total tranquilidad.

- Señor Jeon, disculpe que interrumpa.- una tercera voz se escuchó,  haciendo que tanto Jungkook como el padre de este voltearan a verle.- pero es Jungkook el que decide sobre su vida.- terminó de decir.

- Jimin, yo sé que es tú mejor amigo y lo estás defendi..-no terminó de decir el mayor pues fue interrumpido.

- No lo estoy defendiendo, simplemente digo mi opinión, que es clara y justa.- explicó jimin, mientras servía en una copa, vino, sorbiendo de este.

Él mayor suspiro pesadamente, mirando a su hijo.

- Lo que decidas.- dijo y se fue de ahí, subiendo escaleras arriba hacía su habitación.

Jimin y Jungkook que habían quedado juntos en la sala, se miraron fijamente, sin decir ninguna palabra. Siempre era así, terminaban este tipo de charlas y ellos no sabían que decir, todo lo decía sus miradas.

- Lo siento, creó que te estan exigiendo demasiado con eso del matrimonio, yo respetaré tu opinión siempre.- jimin rompió el silencio entre ellos, sintiéndose mal por como reprimian tanto a su amigo.

- No quiero que me tengas lastima.- dijo Jungkook mirando al lindo chico frente el. Hay algo de lo que no se negaba Jungkook y era el que jimin en verdad era un ser humano hermoso ante los ojos de cualquiera, su cabello rubio bien cuidado resplandecía más que otra cosa, al igual que su piel blanca suave y delicada, el cuerpo sin duda también era lo mejor de lo mejor, pero entonces, ¿porqué se negaba a casarse con él?, eso no lo sabía.

- No es lastima, pero la verdad siento que es mi culpa, si yo hubiera sido mujer tal vez si te casarias conmigo, ¿verdad?- habló jimin interrumpiendo sus pensamientos

- nada que ver que no se haz mujer.- confesó.- es sólo que no sé si haría lo correcto, tú sabes que pienso mucho las cosas importantes, es por eso que todavía no tomó una decisión.- explicó Jungkook, mientras se recostaba en el sofá y cubría su rostro con sus manos, estaba frustrado.

- Piénsalo el tiempo que quieras.- dijo jimin obsequiandole una sonrisa.

Jungkook alejó sus manos, podiendo ver esa sonrisa que enamoraría a cualquiera.

- dame una semana y obtendrás una respuesta, lo prometo.- dijo Jungkook alzando su dedo meñique, pues lo quería prometer.

- Ya te lo dije, el tiempo que quieras.- le volvió a repetir jimin.

- esta es la buena, enserió.- dijo Jungkook.

él rubio asintió, tal vez su amigo no este mintiendo y esta vez hablaba enserió.

Your body language, speaks to me.[KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora