La palabra.

268 29 4
                                    

Sunggie no entendía porque todos se movían de un lado a otro. Los mayores corrían buscando alguna cosa de la que el no estaba enterado.

Miro con algo de angustia a Félix, que parecía mirarlo con tristeza mal disimulada desde la noche anterior.

—¿Que edad tienes justo ahora, little one?

Y como toda la semana pasada, de Jisung no salió una oración coherente, o siquiera una palabra en si.

Sólo un par de balbuceos y el intento de 3 deditos alzados.

Félix suspiro y volteo a ver a sus compañeros. Era una situación muy cruel lo que tenían en manos pero debían hacerlo.

En la empresa posiblemente no fueran a entender lo lindo que era que su compañero se comportara como un bebito. Querían evitarle toda la angustia posible a su hermoso angelito.

Su pobre bebito y compañero de juegos.

—Minho-hyung- Félix le habló en cuanto lo vio. El mayor se acercó al instante, curioso y preocupado—Yo no puedo... N-no creo que sea buena idea...

—Lixie, tranquilo- Minho sostuvo los brazos del menor, en un intento de relajarlo—Yo me encargo ¿Si? Ve con Channie-hyung, anda.

El menor solo asintió y se fue del lugar, aún preocupado por la situación.

—Sunggie, ven cielo- Minho se sentó en el piso, estirando sus brazos hacia el menor que gateo enseguida hacia él, abrazandolo con todas sus fuerzas—Necesito que me disculpes bebé... Pero necesitamos que seas un niño grande ahora...

Ante sus palabras, el menos sólo pudo negar y esconder el rostro en el pecho del mayor.

—Lo sé mi vida... Sé que no quieres ser niño grande ahora, pero tenemos un evento al que ir...- acaricio sus cabellos con mimo, tratandolo con suavidad—Te prometo que en cuanto volvamos a casa, te daré un bañito y un rico cheesecake ¿Que dices?

Jisung apenas se movió al escucharlo, asomando uno de sus ojitos para observar al mayor con tristeza.

—¿Do?

—Bien, dos piezas de cheesecake ¡Pero solo esas! ¿Si?- el menor separo su rostro por completo de su escondite y asintió, con un adorable puchero adornando sus labios—Cambia esa carita bebé, ¡Vamos a ver a Stay! ¿No te emociona eso?

Ante sus palabras, la carita del menor cambio, riendo alto mientras se paraba y corría fuera de la habitación, soltando chillidos emocionados que podían traducirse como "¡Stay!"

Bueno, habían superado la primer parte. Ahora debían encargarse de que Jisung se mantuviese siendo un niño grande sin ningún percance.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Bueno, no fue tan necesaria la preocupación.

Jisung era un niño bueno, hablaba, jugaba y reía con las fans como si nada. Como si no se sintiera el bebé más chiquito y mimado de la historia.

Todo estaba calmado, los regalos les llegaban a cada momento y todo estaba en su orden.

Bueno, eso fue durante medio evento. Minho había podido notar como Jisung brincaba la pierna cada vez más rápido, como apretaba sus deditos entre ellos de forma ansiosa y se mordía el labio de vez en cuando.

Su niño estaba ansioso, y el no podía hacer nada para calmarlo en esos momentos, pues había una stay frente a él, hablándole de no-sabe-que-cosa.

Siguieron con ello, cantando su canción más reciente y bailando. Todos llamando de forma inconciente la atención de Jisung para distraerle de sus nervios.

La tensión iba en aumento, aún quedaban algunos minutos del evento pero ya ninguno tenía ganas de estar ahí. Sobre todo el pequeño Sunggie, que empezaba a extrañar su chupete y su mantita.

—Solo un poco más- Jisung miró a Seungmin, quien le sonreía de una forma muy bonita—Un poquito más y vamos a casa ¿Si?

—¿Y jugaras conmigo, Minnie?- era adorable y preocupante la mirada triste que Sunggie le daba al menor, suplicando por algo que lo ayudase a mantenerse centrado.

Pero todos amaban a Sunggie, tanto dentro, como fuera de su Little y eso, nadie lo iba a negar.

—Por supuesto que sí, Sunggie, anda, agarra la pistola de burbujas y juega un rato- todos vieron aliviados como el menor obedecía, empezando a jugar con Félix, ambos persiguiendose con sus lanza burbujas.

El evento al fin dió por terminado y todos pudieron volver a los camerinos, dónde les ayudaron con el desmaquillante y ofreciéndoles ropa más cómoda para todos.

Minho no tardó en acercarse a Jisung, quien tarareaba levemente una canción que desconocía. El menor doblaba una prenda de las que acababa de quitarse, bailando suavecito en su lugar.

Minho no podía estar más orgulloso de su pequeño bebé. Era adorablemente el mismo sin pensarlo y eso le encantaba a Stay.

—Sunggie ¿Listo para irnos a casa?- el menor lo miro curioso, mirando alrededor con curiosidad antes de asentir y acercarse para tomar la mano del mayor de forma cariñosa—Entonces vamos.

Todos salieron juntos del lugar, hablando con emoción y cansancio acerca del evento. Felices por haber vuelto a ver a Stay y de haber compartido recuerdos bonitos con sus adoradas fans.

Todos subieron a las camionetas, buscando algo de descanso para sus adoloridas espaldas. Minho no dudo en subirse en la misma que su niño, ayudándolo con el cinturón y acomodándole su ropita con todo el cuidado del mundo.

—¿Ya vamos a casita?- la dulce vocecita infantil llamó su atención, mirando a un más dormido que despierto Jisung, quien tallaba su ojito con cansancio.

—Si cielo, ya vamos a casita- no pudo evitar sonreír con dulzura, jisung se veía completamente adorable cuando tenía sueñito.

—¿Y en casita me vas a dar mi biberón y a leerme un cuentito?- Minho se sentó a su lado, tomando la manita del menor mientras lo escuchaba atentamente, tratando de no perderse ninguna de sus palabras.

—Claro que sí cielo. Y dormirás calientito en tu camita...

—Calientito... En mi camita... Con papi- todos en la camioneta guardaron silencio ante ello, mirando impresionados a Jisung, quien ya tenía sus ojos cerrados pero no soltaba la mano de Minho—Dormir... Con papi...

Y todos entendieron, que Minho se había ganado aquel título de parte del menor, quien al fin había caído rendido en los brazos de Morfeo.

Babys Everywhere All Around The WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora