† Capítulo 1 †

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1985

Megan Maddox

El clima en Milwaukee tendía a ser bastante agradable, con el calor siempre bañando toda la ciudad; casualmente a mí siempre me había gustado ese tipo de clima, provocando que, desde que me mudé con mis padres al pueblo hace ya algunos años, siempre estuviera en el balcón de mi habitación; donde el sol se posaba la mayoría del día. Grande fue mi sorpresa al sentir las gotas de lluvia colisionar contra mi cabeza, sacándome así del trance en el que me encontraba. Entré a mi habitación, recostándome inmediatamente sobre mi cama, todo esto le daba un aire más nostálgico a la situación por la que atravesaba en ese momento... Acababa de cumplir los 19 años hace algunos días, debido a eso mis padres decidieron que sería una buena idea que me independizara. A pesar de que la idea no se oía nada mal, ya que siempre había querido tener algo de espacio para mí misma, mi mente todavía no procesaba el hecho de que ya era una adulta, la cual en poco tiempo debería velar por su propia seguridad.

Habían pasado varias semanas desde que hablé con mis padres acerca de eso, y a medida que pasaba el tiempo, empezaba a asimilar mejor la idea; hasta el punto en el que me decidí completamente y puse en marcha mi plan para encontrar un departamento, lo cual no fue una tarea fácil, ya que conseguir un lugar decente y con un precio razonable no se me facilitó tanto.

Para este punto, me encontraba completamente segura de que no encontraría un departamento; tendía a ser bastante negativa con este tipo de cosas. Me hubiera puesto a llorar gracias al horrible sentimiento que se cernía sobre mi cuerpo de no ser por la voz alegre de mi madre que se colaba hasta mi habitación.

- ¡Megan! - gritó mi madre

- Ya bajo, mamá - me coloqué mis zapatillas y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina, donde se encontraba mi madre bastante feliz al parecer.

- Hija, apuesto a que lo que tengo que decirte te alegrará bastante - dijo con una gran sonrisa en su rostro.

- ¿Qué es? - respondí mientras soltaba una pequeña risa por verla tan feliz

- Acabo de encontrarte un departamento, el precio es... bastante accesible y se ve lindo, te encantará.

- Podemos ir a verlo hoy, si quieres, claro - agregó.

Al escucharla me emocioné incluso más que de lo que ella estaba y salté hacia sus brazos dándole un cálido abrazo

- Es una broma ¿Verdad?

- ¡Por supuesto que no! - me abrazó más fuerte.

- Pero ¿Cómo? Cuéntame todo - insistí.

- No te preocupes por nada Meg. Yo me encargo. Saldremos hoy a las 4:30, el propietario nos recibirá a las 5:00.

- Esta bien - dije soltándome del abrazo y haciendo mi camino hacia mi habitación. No podía creer que por fin lo había conseguido, iba a tener mi propio departamento, claro que sería algo difícil, tendría que buscar algún empleo para poder pagarlo, mis padres me habían ayudado demasiado hasta ahora, no iba a dejar que siguieran pagando por mis gastos.

[...]

Luego del almuerzo empecé a alistarme, me puse una falda tableada a cuadros rosada, un suéter blanco y unas converse del mismo color que la falda. Me peiné y me apliqué un poco de maquillaje, quería causar una buena impresión frente al dueño del departamento. Justo cuando terminé de alistarme dieron las 4:30.

- Megan ¿Ya estás lista? - Gritó mi madre desde abajo.

- Si, mamá. Ya bajo - respondí mientras tomaba mi bolso y bajaba las escaleras para ir con mi madre.

Salí por la puerta principal junto a mi madre y entramos al auto. Prendí la calefacción junto con la radio y mi madre hizo lo mismo con el auto.

En el trayecto al departamento hablábamos de cosas triviales, como la universidad, e incluso los chicos. Mi madre insistía en que quería que yo consiguiera un novio este verano, mientras yo le decía que no tenía tiempo para esas cosas, prefería ocuparme en encontrar un empleo para pasar el rato.

Al cabo de media hora, llegamos al lugar, era un condominio, tenía una fachada bastante linda, no se veía muy anticuado pero tampoco demasiado moderno; el que parecía ser el dueño nos esperaba en la acera en frente de la puerta principal de este. Mi madre estacionó el auto y salimos.

- Buenas tardes. Mhm ¿Señora Maddox? - dijo el hombre ofreciendo su mano como saludo

- Correcto, hablamos hoy por teléfono, gracias por atendernos tan rápido - dijo mi madre estrechando su mano - Oh, le presento a mi hija, el departamento es para ella, su nombre es Megan.

- Buenas tardes, un gusto - respondí repitiendo el gesto de mi madre

- Lo mismo digo. Entonces, entremos - dijo el hombre abriendo la puerta del condominio.

- Es un lugar bastante acogedor, y es bastante espacioso, especialmente si es solo para una persona. Le gustará - agregó.

- Eso espero - reí.

A medida que íbamos subiendo la escaleras, un fétido olor comenzaba a colarse por mis fosas nasales. No comenté al respecto, no quería ser grosera. El dueño paró frente a una puerta, tomó un par de llaves de su bolsillo y abrió la cerradura.

- Y aquí estamos... el 212.




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Como dije, me borraron la otra cuenta. Resubiendo la historia por 4ta vez. Veremos que pasa 🫂



Obsesión || Evan Peters (Jeffrey Dahmer) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora