Megan MaddoxUnos días después, mis padres me ayudaron a traer varias de mis cosas a mi nuevo departamento, había sido un día bastante largo. Luego de terminar de acomodar mis pertenencias, mis padres se fueron, dejándome sola para que pudiera "familiarizarme". Tenía bastantes tareas por hacer, pero lo único que pensaba era en dormir, pero también tenía mucha hambre, quise sacar algo del refrigerador pero recordé que no tenía nada. No me quedó otra que salir a buscar algo para comer, no caería mal, y así aprovecharía en conocer un poco más la zona. Agarré la llave del departamento y me puse una chaqueta. Salí y cerré con llave la puerta; según mi padre, el barrio podría llegar a ser peligroso, no le hice mucho caso cuando me lo dijo pero lo mejor sería prevenir. Cuando estaba cerrando la puerta, escuché el mismo sonido viniendo de la puerta de al lado, me giré y vi a un chico bastante alto; se veía bastante joven, tenía el cabello rubio con algunos mechones negros, llevaba unas gafas bastante peculiares que lo hacían ver más intimidante de lo que era.
- Buenas noches - dije sacando la llave de la puerta, retomando mi camino hacia la salida.
- Supongo que eres la nueva vecina - habló con un tono que jamás había escuchado, era lento pero el timbre de su voz le daba una... Chispa.
Paré mi camino para responderle, sería bueno obedecer a mis padres y conseguir amigos en mi nuevo hogar.
- Supones bien.
- Jeffrey Dahmer. Al parecer seremos vecinos - se presentó.
Asentí, las ganas de entablar una conversación con el chico en frente mío no se me hacía tan apetecible ahora; el sueño mezclado con el hambre eran aún más fuertes.
- ¿No vas a decirme tu nombre? - dijo Jeffrey apoyándose en la pared en frente mío.
- Puedes decirme Megan.
- Megan, me gusta - sonrió.
- Bueno, Jeffrey. Si me disculpas, tengo que irme - retomé mi camino.
- Uh, un gusto conocerte, Megan - gritó.
Ya en la calle, un fuerte frío golpeó mi cuerpo, mi delgada chaqueta no evitaba su paso, por ende, pequeños escalofríos recorrían mi cuerpo. Debía buscar un lugar rápido; pasados unos minutos, llegué a un restaurante de comida rápida. Me dirigí al mostrador y pedí una hamburguesa para luego sentarme en una de las mesas que se encontraban libres. Al cabo de unos minutos mi comida estaba lista, empecé a comer rápidamente. Por alguna razón, sentía la profunda mirada de alguien sobre mí.
Jeffrey Dahmer
Acababa de botar a la basura la "carne" que se me había podrido, no lo hubiera hecho de no ser que Glenda - mi vecina - se venía quejando por el olor, esa mujer era jodidamente molesta, siempre husmeaba en lo que no le incumbía. Fue entonces cuando la vi salir, la misma chica del otro día. Entonces mis suposiciones eran ciertas, estaba hablando con el dueño para mudarse aquí, y vaya casualidad, junto a mi departamento.
- Buenas noches - dijo ella con la voz más dulce que había escuchado en una mujer para luego irse por el pasillo.
- Supongo que tú eres la nueva vecina - dije tratando de entablar una conversación para que así ella no se fuera tan rápido.
Se detuvo y se dio la vuelta, encarándome - Supones bien - me respondió secamente.
A todo esto, no podía dejar de ver sus ojos, tenían un color que pocas veces había tenido la dicha de ver, uno que nunca me había tomado la molestia de admirar, fuera de la forma de los ojos, el color era lo que les daba la chispa. Me quedé admirándolos un rato más hasta que cortó la interacción, yéndose. Ella siguió su camino y yo entré a mi departamento.
¿A dónde estaría yendo a estas horas de la noche? No debería estar lejos. Salí de mi departamento corriendo y para mi suerte, la vi doblando la esquina para luego desaparecer. Empecé a caminar a una distancia considerable de ella ¿A dónde rayos iba? Siguió caminando hasta llegar a un lugar de comida rápida; me paré discretamente en una ventana para observarla mejor.
Volteó un par de veces hacia donde yo me encontraba, siendo que cada vez que lo hacía trataba de ocultarme lo más rápido posible. No pasó mucho tiempo hasta que salió por la puerta; veía como su cuerpo tiritaba de frío mientras ella se iba alejando poco a poco
Tomé un atajo a paso apresurado, no quería perderla de vista. Conocía esta zona como la palma de mi mano, en dos calles más tendríamos que encontrarnos. Y así fue, choqué "accidentalmente con ella".
- ¡Fíjate por donde vas, imbécil! - me gritó.
- ¡Lo siento mucho! No te vi, Megan - me disculpé.
- ¡No te vi! Lo siento ¿Jeffrey? - puso una cara de preocupación.
- Jeffrey. Y no te preocupes, fue mi culpa.
- De verdad lo siento, hoy no estoy de muy buen humor - miró hacia abajo. Se veía bastante tierna. .
- No hay por qué disculparse. Comencemos de nuevo - ofrecí.
- Megan, Megan Maddox - suspiró mientras me daba su mano.
- Jeffrey Dahmer, un gusto - estreché su mano, y sonreí.
- Perdón por lo de antes.
- Olvídalo, no pasó nada. Te acompaño al departamento - ofrecí.
- No te preocupes, no quiero quitarte tiempo - me respondió mientras su pequeño cuerpo temblaba debido al frío.
- Es algo tarde. Además, no es molestia.
- Gracias, Jeffrey - comenzamos a caminar.
Inmediatamente me saqué la chaqueta para dársela.
- Oh - soltó un respingo - Gracias.
Sonreí.
- De verdad lo siento por haberte tratado así antes... Es solo que... Han sido semanas bastante ocupadas, con esto de la mudanza y...
- Debe ser bastante agotador, entiendo.
- Lo es, es algo... Nuevo para mí.
Seguimos conversando de cosas triviales hasta llegar al condominio, una vez en la puerta nos despedimos y Megan entró a su hogar, yo hice lo mismo.
No podía conciliar el sueño, esos ojos, joder, esos ojos. Sentía que miraban mi podrida y maliciosa alma ¿Podría saber las intenciones que tenía con ella? No podría matarla tan fácilmente, era mi vecina, y con la entrometida de Glenda escuchando todo, probablemente no saldría nada bien. Me encantaría tenerla, hacer que no me abandone jamás. No importa que tenga que hacer, lo voy a cumplir, tal vez no muy pronto, pero por un demonio que lo haré.
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Obsesión || Evan Peters (Jeffrey Dahmer)
FanfictionELIMINADA A LOS 60K ¿Quién hubiera sabido que esos ojos que tanto me cautivaron la primera vez que los vi me llevarían a la locura? Mi otra cuenta fue baneada. Con esta historia no busco glorificar, normalizar, y mucho menos romantizar todos los a...