Bonita casualidad

Bonita Casualidad, Capitulo 19

Marco

-Que haces los domingos.

La miro y todavía no puedo creer que este en mi casa, cuantas veces he fantaseado con ella en esta sala y pensando como se sentiría que ella estuviera aquí y en estos momentos la tengo en mi casa, en mi sala y a lado mío.

-Te vas a reír de la respuesta.

-Te lo juro que no.

Después de que me ha confesado de los idiotas con los que se ha encontrado en su vida uno le partió el corazón y el otro no pudo ver la mujer que tenía en frente la he estado distrayendo con mis ocurrencias y ahora la veo más tranquila como es ella, Mi Brenda de la cual estoy enamorado.

-Lavo mi ropa y surto la despensa.

La veo que quiere reírse pero se aguanta.

-No te lo creo.

-Porque te mentiría.

-No, lo sé yo juraba que te irías al club con Roberto o esas cosas pero lavas ropa.

-En verdad lo hago como la gente normal, lavo mi ropa, bueno la lavadora y mis trajes desde un día antes los mando a la tintorería y el lunes la persona que me ayuda con el aseo de la casa los recibe, la verdad que no hago nada en particular los domingos, puedo sentarme a leer un libro, escuchar música o descansar.

Me mira como si le estuviera diciendo un gran secreto y al final me sonríe

-Me sorprendes Marco y me gusta mucho lo que descubro.

-A mí me gusta que estés aquí pero creo que es hora de dormir ya es tarde y ayer nos desvelamos, se te nota en tu rostro que estas cansada.

Veo que se tapa su rostro y la escucho decir.

-Y yo debo verme fatal.

-De hecho te ves muy linda.

-Flaco!!!.

Sé que lo hace por regañarme pero es la verdad se ve muy linda.

-Pequeña.

-Está bien me quedare aquí en tu sala se ve muy cómoda.

-No, como crees te dormirás en mi recamara y yo me quedo en la de huéspedes.

-Cómo crees que te voy a quitar tú cama, en verdad flaco aquí me quedo no quiero dar más molestias.

Veo sus intenciones de acomodarse.

-Si te duermes ahí te juro que cuando ya estés bien dormida te llevare cargando a mi habitación así que decide.

-No serás capaz.

-Soy capaz de eso y más.

Me queda viendo y sabe que si soy capaz así que veo que se da por vencida.

-Está bien pero no me quedare en tú cuarto mejor yo me quedo en el cuarto de huéspedes y así todos contentos.

Sé que si insisto no llegaremos a nada y la verdad la veo muy cansada, necesita descansar así que acepto.

-Está bien, vamos.

Tomo su mano y nos levantamos de la sala, subimos las escaleras y pasamos delante de mi recamara, la llevo a la habitación de lado la abro y ella observa la habitación, le suelto la mano para que pueda entrar y le digo

-Al fondo de la habitación está el baño te conseguiré una toalla, un cepillo de dientes y pasta dental.

Veo que me dice que sí y va al ventanal, yo me dirijo a mi cuarto y saco lo que le he dicho, cuando llego con ella la veo que esta senada en la orilla de la cama y al verme sonríe.