Asami:
Después que todos se fueran quedé totalmente agotada, en parte por el beso de Recovery y por otra, por la cantidad de heridas que aún tenía mi cuerpo. Afortunadamente Shiku salió ilesa y yo... bueno, no estoy tan mal.
En la mañana del lunes todo el grupo y Mic fueron a verme, mientras Momo me entregaba un vestido que había confeccionado con su kosei para que pudiese salir del hospital decentemente, la puerta se abrió de par en par dejando ver a un sexy castaño de ojos grises parado en el marco de forma casual, noté que todas las chicas se ruborizaban ante la sonrisa con hoyuelos que me brindaba.
-Hola papá- dije dejando hasta a Bakugo con la boca abierta.
-Hola cariño, el vuelo se retrasó- contestó mi papá y besó mi frente- por cierto- añadió mirando a mis compañeros- ¿quién es Bakugo?
-Yo- respondió el rubio levantando una ceja.
-Así que este es el chico prodigio del que hablabas- dijo y pude ver por primera vez en mi vida cómo mi explosivo amigo se sonrojaba abriendo los ojos como platos- la verdad no parece gran cosa.
-Oye!!!- grité en defensa de Katsuki.
-¿Qué? ¿Acaso te gusta?- preguntó mi padre moviendo las cejas sujestivamente.
-NO!!! Es solo mi amigo- dije y el rubio seguía mirando a mi papá en shock.
-Hmm, extraño, pero te creo- dijo con un encogimiento de hombros- recoge tus cosas, luego recogeremos a Shiku y nos vamos a mi apartamento- sonrió nuevamente haciendo suspirar a unas cuantas chicas.
-Pero pensé que nos quedaríamos con la abuela- repliqué tratando de no sonar tan decepcionada.
-Eso pensé yo también, pero recordé que está rentando mi habitación, así que nos quedaremos en mi departamento e iremos a visitar a la abuela a diario- respondió rascándose la nuca.
-Por mí está bien- dije sonriendo lo que hizo que mi padre soltara el aire que retenía.
Los chicos se despidieron y yo me fui media hora más tarde con mi papá y Shiku, quien lo amó apenas lo vió y se prendió de su cuello como si su vida dependiese de ello _el hecho de que mi padre fuera un niño pequeño en el cuerpo de un adulto seguramente no tenía nada que ver_.
El apartamento de papá era una combinación entre moderno y clásico espectacular, no era lujosa, pero estaba lo suficientemente bien organizada y arreglada como para ofrecer una vista entrañable. Mi sobrina y yo teníamos nuestro propio cuarto mientras que mi papá dormía en la habitación contigua.
Cuando llegamos los tres nos tiramos a dormir y despertamos como a las cinco de la tarde porque mi abuela estaba llamando para invitarnos a comer, oferta que no íbamos a rechazar por supuesto.Casi media hora después nos encontrábamos en la entrada de una casa muy grande de estilo tradicional.
-Mi niña- escuché apenas bajé del auto y unos delgados brazos me abrazaron.
-Hola abuela- saludé devolviéndole el abrazo con un solo brazo, pues llevaba a Shiku en los míos.
-Esta pequeña debe ser Shiku- dijo mi abuelo con una voz estridente como la de All Might, yo solo asentí emocionada.
-Las dos están muy flacas, vamos, vamos, entren que no he acabado la comida aún- protestó mi abuela y nos guió a través de la enorme casa hacia un patio interior donde se encontraba la mesa familiar y habían cuatro habitaciones con las puertas cerradas.
-Dónde están mis hermanos?- preguntó papá mirando los alrededores con nostalgia.
-Están trabajando, pero no tardan en llegar- respondió mi abuelo cortando papas.
ESTÁS LEYENDO
Aquello que nos unió
Fiksi PenggemarRyuko Asami quiere convertirse en héroe, pero más que eso quiere proteger a la persona más importante de su vida, su sobrina Shiku. Aizawa Shota es nuevamente su profesor este año y ella cree que él la odia. Un incidente, un giro de 180 grados, una...