◢Capítulo 8 "Doctor" ◣

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-Oh? ¿así de la nada cambio? – dije mirando la figura de enfrente. - sí...- respondió. – no te preocupes. Esteban, así termina la gente al tratar de encajar con algunas personas, tienen diferentes actitudes, terminando así por desconocerse a uno mismo. Pero esto es extraño, de lo que me has comentado, siempre es muy energética y social con todos, no actúa diferente. No la trato de justificar por como terminó esto, ni te estoy culpando de esa situación, continúa contándome, ¿de qué era ese trato? - me acomode en mi silla. El siguió hablando, así fue hasta que acabo la cita de la semana.

Vi su silueta irle lentamente con los enfermeros. Suspiré y abrí mi celular. ya era tarde, limpie el lugar y Sali de la habitación. Este lugar nunca me gusto, pero mi trabajo sí, me gustaba ayudar a estas personas perdidas por sus acciones pasadas, para eso vivo, mejorar sus vidas y ayudarlos a seguir adelante.

Este muchacho tenía cosas guardadas para así mismo, me daba curiosidad, pero no puedo forzarlo a decir cosas que no quiere. Cuando lo vi por primera vez era agresivo, con emociones sin controlar, después de unos meses agarro confianza, me mostraba cosas que hacía en su habitación o cosas que se encontraba a la hora del receso, pero al iniciar la plática de cómo se llevaba con sus padres faltó unas 5 sesiones hasta armarse de valor, hubiera dejado de verlo si no le hubiera mandado esa carta. Diciéndole que no podría ocultar de ese miedo, ese abandono por parte de sus padres. Y después de ese desahogo se calmó, y todo siguió muy bien, me contaron sobre su caso y me dio un poco de tristeza de como tubo que terminan esa relacion que tanto anhelaba construir, pero terminó de desenmascarar a esa persona que le hizo tanto daño, termino quitándole la vida.

Al inicio de esa platica me puse muy serio, eso estuvo mal de mi parte, mi curiosidad me ganó y terminé haciéndole daño al chico.

Flashback

-Así que... ¿eso es lo que tú recuerdas? -tome mi libreta y lo apunte, cada detalle que recordaba. Mire de rejo hacia su cara, estaba incomodo, mirada perdida y ansioso. Después movió sus ojos hacia mí con desprecio y confusión, estaba furioso eso era evidente - ¿A qué te refieres con el "eso lo recuerdas tú"? - me escupió la pregunta, suspire. La Cage, eso es seguro. – mira... te seré sincero en esto. ¿sabes quién haces aquí? Platicando con un señor que ha leído tu expediente, sabiendo la mayoría de ti- le contesté, mire hacia otro punto en la habitación y resople de lado, subí mi pierna a la otra, espere pacientemente su respuesta. 3 minutos de silencio...- ¿Esteban? – llame por su nombre. Sin respuestas. Heche un vistazo a su cara, estaba pensando o tal vez distraído. Conseguí respuesta después de este silencio abrumador e incómodo. – emm no sé, ¿talvez por amar a alguien por muchos años y que terminara así gracias a mi padre y sus deseos hacia ella? - frunció el ceño, arrugando su frente. Cierta parte tenía razón, gracias a su padre empezó este enrollo, pero él no se enamoró, se obsesionó con ella y al saber la verdad no se controló y terminó matándola junto a su amigo en la cafetería- avente un periódico a la mesa que nos separaba a los dos, - mira, esto te puede refrescar la mente. – leí una vez más el título de la noticia. "Joven asesina una muchacha en un cerezo morado". – ¿entonces?, ¿algo que decir? – seguí viendo su mirada posada en mí, furioso- se termina esta sesión, te lo pido- rogó, juntó las cejas y se levantó. Después de eso dejo de venir por unas semanas, hasta volverse un mes.

Fin del flashback

Esteban

Seguí sin reconciliar el sueño, me sentía agotado, cansado, pero sin ganas de dormir. Maldecí para mí mismo y atraje un peluche a mi pecho, me acomodé boca arriba, solloce, no sé por qué pero tuve un bajón emocional, ella había cambiado tanto en tan solo unas horas. ¿Quién era jenn?, ¿a qué vino? Esto era muy sospechoso, no me caía del todo ese tipo.

Para calmarme empecé a ver videos o escuchar música, eso era relajante. Bajaba mi humor bajo y me daba sueño. Pasó un buen rato y me aburrí. ¿Cuánto tardaría Beatriz en llegar? Se largo hace unas horas, no sé nada de ella desde entonces. Talvez podría mandarle un mensaje o llamarle, así contestaria de una y no esperar a un mensaje nuevo diciendo: "estoy ocupada, lo siento" o "me entretuve, no me esperes" hasta podría esperar un "¿Acaso te importa?". Después de todo ella cambio por completo.

Decidí ir a la cocina, quiero comer algo, recargar mis energías y volver a mi habitación, para hacer cualquier cosa, no me interesa nada. Recogí un vaso de vidrio y lo puse en la barra de la cocina, después de abrir el refrigerador y hojearlo por un rato decidí tomar un jugo de naranja, no sé cuánto llevaba ahí, talvez unas semanas, o meses. Tengo rato que no salgo a comprar para llenar el estante de la cocina. De hecho, tengo algunas semanas desde que no iba a trabajar, lo deje después de que Beatriz se viniera a vivir conmigo.

Horas antes. Beatriz

Sali con Jenn y su novia a tomar el helado, después de eso dejaríamos a ella a su casa. Tenía unos pendientes que resolver con Jenn, y quería aprovechar esta salida para aclararlos. Ya no me sentía cómoda estando con Esteban, era irritante. Antes era muy extraño, era pendiente de mí. Eso no era malo, pero era incomodo, sabiendo que él nunca fue apegado a mí de esa forma, terminé pensando que él me gustaba, pero solo era un cariño. ¿Pero que cariño? Solo es una simple actuación, después me iré a otro país y ser libre.

Al llegar a la heladería la novia de Jenn se quedó en una mesita mientras nosotros dos nos dirigíamos a pedir los conos, ella no quería nada, era de acompañante. De saber eso era mejor que no viniera y se quedara en la casa con Esteban. – ¿Ya lo adelantaste? – preguntó Jenn. Me tomo un susto. - ¡DIOS! ¡ME ASUSTASTE!, y si, ya lo tengo, solo falta el lugar perfecto, pero quiero hablar contigo sobre eso, pero no quiero a tu novia cerca, talvez tendríamos que hablarlo en un café, ¿Qué tal? – lo mire, mientras el pagaba, - por supuesto, mándame el nombre del café y nos veremos allí, y no te preocupes, no la llevare. – me aseguró, nos acercamos a la mesa reservada por Miranda.

- ¡Hola, volvieron! - nos recibió miranda, - ¿no les costó muy caro? La mayoría de los helados cuentas más de 70 pesos, y solo es el cono. Ya me imagino a cuanto estará el botecito Jajaja. – En realidad era un poco graciosa miranda, me daría mucha pena y tristeza como reaccionara cuando se entere en que está metido su noviecito. Estuvimos platicando por un buen rato, hasta que ellos estuvieron que ir, me despedí de ellos y me dirigí a la casa de Esteban, ahora tenía una charla pendiente con él. No sé de qué querrá hablar, tocó descubrirlo.

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PERDON POR TARDAR TANTO.

siguiente capitulo: El plan continua.

•El cerezo Morado•Where stories live. Discover now