Terminamos de cenar, Midoriya y Shoto se retiraron a sus casas pues mañana tendrían que trabajar y Mitsuki se fue a descansar con su esposo Masaru.
Concluimos este día por fin, fue un día de locos a decir verdad, pero estaba muy feliz con los últimos resultados.
Bakugo: Te llevó a tu casa?
T/n: Si claro
Bakugo: Ahhh ahora que recuerdo, mi carro ni gasolina tiene y ya viste que hora es? no te arriesgaría en un taxi
T/n: mejor di que quieres que me quede contigo
Bakugo: Que te importa, vámonos a dormir fea
T/n: Si como digas, me prestas algo para dormir?
Bakugo: Si agarra lo que quieras, mientras me voy a bañar, tú no te vas a bañar cochina?
T/n: Me bañe esta mañana idiota, cochina la tuya
Me vio feo y se metió al baño, que le pasa, dudo de mi higiene como si se tratase de Dabi o Tomura, ellos si son de dudosa higiene.
Fui a su ropero q buscar algo que ponerme y vi una camisa que llamo mucho su atención, pues era una camisa negra con un cráneo en medio, siempre usaba esa tonta camisa de niño, me es increíble que aun la tenga. Agarre esa y me la puse, no sin antes quitarme el sostén porque la verdad me es más cómodo, la camisa de Bakugo era muy cómoda y grande, me lleva arriba de las rodillas, era
perfecta así que también me quite el pantalón que traía.
Me acosté en la cama de Bakugo, era cómoda y era muy grande, estaban tan agotada que de un momento para otro quede completamente dormida...
Como a eso de las tres de la mañana desperté, pero algo pesado no me dejaba moverme, voltee a mi alrededor y a un lado mío estaba Bakugo dormido, se veía tan tranquilo y me tenía en su brazos, me sentía inmune a sus encantos. Quería estar así siempre, me acerqué más a él y lo abracé, volví a retomar el sueño.
