Thomas/Tommy Shelby

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Morning, noon and night i care about her

T

raducción: Mañana, tarde y noche ella me importa.

Resumen: no
Advertencia: no (Escuchar "The Other Woman"  Lana del Rey para una mejor experiencia)

—¡A tu izquierda! —exclamaste mientras pasabas al lado de Tommy en tu caballo, dejandolo atrás. Reíste sintiendo el viento fresco y escuchaste la risita tierna de Charlie.

Bajaste la velocidad de tu caballo, y dejaste que Tommy te alcanzara.

—Has hecho trampa. —dijo— sabes que no puedo correr mucho con Charlie aquí.

No respondiste y miraste los árboles, sus hojas casi escasas por la llegada del invierno meciendose.

—¿Grace no se enojará? —preguntaste en voz baja pero clara, Tommy entendió a lo que te referias y te miró con algo de reproche.

—Que importa que se enoje. —escupió con molestia. Eras amiga de los hermanos Shelby desde pequeña, tu familia siempre fue socia de los Shelby y gracias a eso tenías amistad con ellos.

Regresaste hace poco de tu estadía en Londres. Birmingham era todo para ti, y los hermanos se sintieron más que maravillados con tu regreso, ellos siempre tuvieron una atracción hacia ti, había algo que hacía que los tres te vieran como un valioso tesoro pero sabían que ninguno tenía oportunidad contigo por no arruinar la amistad, bueno, Tommy era la excepción, él era el único que podría decir en voz alta que algún día serías de él y sólo de él pero... Ahora estaba casado y con un hijo, aunque Ada y Polly te decían que ella no era una buena mujer, esa rubia tenía un pasado...no muy bonito, aparte de la manera que se relacionó con Tommy.

—Importa mucho, Thomas, es tu esposa. —dijiste, aunque te doliera, estabas enamorada del Shelby pero aparte de todo lo demás, era mayor que tu y daría de que hablar pero solo era una excusa que te ponías para ignorar tus sentimientos hacia él porque en realidad te importaba una mierda.

—Descansemos, ¿si? —miraste a Tommy con un pequeño puchero y Charlie rió para luego imitarte.

—Bien, paremos en la siguiente vuelta. —dijo. Le sonreíste y él te devolvió la pequeña sonrisa.

Corrías con rapidez con Tommy gritándote detrás, pidiendo que te detuvieras, miraste un poco hacia atrás y al volver la mirada hacia adelante decidiste desviar un poco el camino. Tommy iba detrás de ti y vió algo que tú no. Una trampa para osos. Un miedo recorrió a Tommy al verte cerca de ella y detuvo el caballo.

—¡_____, detente! —gritó fuertemente asustando a Charlie, quien comenzó a llorar. Justamente ibas a mirar hacia atrás pero tú caballo relinchó de dolor y se levantó con tal fuerza que no te dió tiempo de sostenerte aunque sea.

Caiste de espaldas al suelo, quedando inconsciente por el golpe en la cabeza. Tu caballo estaba en el suelo desangrándose y tú cabeza estaba en el mismo estado, con un hilo de sangre. Tommy se quedó congelado, con Charlie llorando aún más, pero pensaba. ¿Quién puso esa trampa ahí?

(...)

Abriste los ojos, lentamente, miraste un poco a tu alrededor, estabas en tu habitación. Moviste un poco tu brazo y te quejaste, por el peso que había en tu mano.

—Despertaste...—murmuró.

—¿Cuánto tiempo pasó? —preguntaste en voz baja, sentías la garganta seca y un sabor a metal que conocías a la perfección.

—Dos días. —respondió Tommy.

—¿Alguna fractura?

—No, por suerte, el médico dijo que tenías mucha suerte de que no te hayas fracturado, solo el golpe en la cabeza y la hemorragia.

Miraste el techo y después lo miraste y con esfuerzo le sonreíste.

—¿Dónde está Charlie? —preguntaste.— Quiero verlo.

—Lo verás después, primero quiero estar contigo.

Miraste como se levantó de la silla y se sentó en la orilla de tu cama, con esfuerzo te acomodaste para quedar frente a él. Se miraron, el azul y el café se encontraron. Pusiste una mano en su mejilla y luego acariciaste su cabello.

—Te extrañe esos dos días. —confesó.

—¿Quién no? Soy indispensable, cariño. —dijiste con ego.

— Y ahí estás. —suspiró y reíste un poco. Se acercó a ti y paso sus brazos por tu cintura, escondiendo su rostro en tu cuello y hombro, acariciando tu espalda, tus brazos estaban en su cuello y seguías acariciando su cabello.

Sólo tu sabías de ese lado de Thomas Shelby y así sería siempre. Se separaron y Tommy, sin darte tiempo de reaccionar, tomó tus mejillas y te besó.

(...)

—No puedo creer lo que has hecho... —decía Tommy caminando por su oficina, mirando a Grace sentada con tranquilidad pero la rubia se levantó. —¿Por qué, Grace?

—Porque quise hacerlo. Ella se lo merece.

—No puedo creer que otras personas tengan que verse afectadas por el egoísmo ajeno.

—¿A quién te refieres con eso? —preguntó Grace.

—¿A quién crees? No te hagas la estúpida —dijo Tommy haciendo una pausa y miró a Grace— ______.

Grace soltó una risa.

— ¿Por qué debería importarme ella?

—¡Porque a mí me importa ella! —gritó Tommy, alertando a Polly y Ada, que estaban en la sala de estar frente a la chimenea. —¡Mañana, tarde y noche ella me importa!La heriste... Y si la hieres a ella, me hieres a mi... _____ es a quién quiero, ahí es donde está mi lealtad, ahí es donde está mi prioridad.

—¿No la madre de tu hijo? —preguntó dolida Grace.

—No metas a Charlie en esto.

—Bueno, ¿¡No la mujer con la que te casaste!? 

—¡Ya no puedo más, Grace!— El lugar se quedó en silencio. —¡No dejaré que la vuelvas a culpar por este matrimonio fallido! —gritó Tommy al ver que Grace iba a hablar.

Tommy caminó a su escritorio, tomo el vaso escarchado con Whisky y salió de la oficina, dejando a Grace con los ojos llorosos.

Grace cayó de rodillas y pudo romper en llanto. Otra vez la dejarían, otra vez sería la segunda opción...

"The Other Woman..."

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•ⓄⓃⒺ ⓈⒽⓄⓉⓈ• 𝕄𝕦𝕝𝕥𝕚𝕗𝕒𝕞𝕗𝕠𝕞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora