Dr. Strange

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Pedido por: LolaHatake4

Una joven hermosa, de cabello platinado y ojos azules, se pasaba con su bebé en brazos en la estancia de su casa.

Su nombre era Moira y tenía solo meses de haberse casado con Steven Strange. Un doctor y también un mago muy poderoso que ayudaba a salvar a las personas en peligro.

— Hola, amor.— La saludo Steven.

— Hola.— Le sonrió moira.— Gustas acompañarme para comprar unas cosas para la bebé?

— Me encantaría, pero no puedo.— Le sonrió.— Tengo algo que hacer en Kamar-taj.

— Entiendo, no te preocupes.— Strange se fue y ella se preparó para ir de compras con su bebé.

Salieron de su hogar y empezaron a caminar por la calles de Nueva York.
Entre ver qué comprar y ensarle la ciudad al bebé, volteo hacia una cafetería, pero al ver con más detenimiento... Vio a Steven. Sin embargo, no estaba solo.

Cómo podía estár con ella? El le había dicho que tenía un compromiso en Kamar-taj. Maldito mentiroso.

Moira enojada, se acerco a ellos echando humo y lo encaró.

— Pero que bonito.— El se asustó a verla y se levantó de inmediato.— Y tu compromiso? Supongo que era este.

— Moira, déjame explicarte...

— No necesito explicaciones, Steven Strange.— Dijo muy enojada.— Te dejo con tu ex novia, la que nunca dejaras de amar.

— Moira!— Ella se fue de ahí a paso rápido. Cómo pudo haberle hecho eso? No tenían tanto de haberse casado!

Al llegar a casa se dedicó a empacar sus cosas y las de su bebé. En eso se escuchó un ruido y fue evidente que era Steven.

— Moira...

— Cómo pude ser tan tonta? Cómo pude creer que ya no la amabas?!

— Porque es la verdad!

— Entonces porque estabas con ella cuando tú me prometiste que no la volverías a ver?!

— Porque ella me llamo! Me busco para invitarme a su boda.

— Pues no te creo nada.

— Moira, por favor...

— Me voy. Y realmente espero no volver a verte.— Ella salió de la habitación para después salir de ahí con su bebé.

Steven se sentó en la cama y se tapo la casa con sus manos. Ocultando sus lágrimas que resbalaban por sus mejillas... Lo habían destrozado.

Tiempo después...

Moira se había quedado en casa de una amiga durante ese tiempo. Steven se había enterado de una u otra forma que ella se quedaba ahí.

El estaba muy mal, no dormía, apenas comía, simplemente la extrañaba.

Un día, la amiga de Moira había salido de compras y se llevó a su bebé con ella. Estaba recogiendo unas cosas cuando llamaron a la puerta.

Fue haber quien era y se arrepintió al abrir.

— Ya te dije que me dejes en paz!— Dijo tratando de cerrar la puerta pero el se lo impidió y entro al departamento.— Largo.

— Solo una vez. Solo una vez déjame explicarte cómo fueron las cosas y si después aún decides no estar conmigo... No te molestaré más.— Moira lo pensó y Asintió.— Bien... Ese día si fui a Kamar-taj, pero no me quedé mucho tiempo. Al volver, recibí una llamada de Christin pidiéndome que nos viéramos en ese café. Yo accedí porque no era como que me pudiera vernos a solas. Ella me dijo que se iba a casar y que estaba invitandonos a su boda.— Moira se sintió mal por no haberlo escuchado pero en su momento.— Después llegaste tú y todo se salió de control.

Moira se quedó pensando... Pero el le había prometido aún así no verla nunca más.

— Te perdonó... Pero quiero que cumplas tu promesa.— El la miro atentó.— No quiero que vuelvas a verla.

— Te lo prometo.— Se abrazaron, mostrando cuánto se habían extrañado. Se dieron un beso, el cual poco a poco se hizo mucho más intenso.

El la tomo de los muslos y la cargo para que ella lo rodeará con sus piernas. Caminaron a la habitación de Moira y ella fue acostada sobre la cama.

Ambos comenzaron a despojarse de su ropa. Steven noto que Moira traía una lencería bastante sexy y no pudo evitar pensar en muchas formas de hacérselo con el puesto.

— Eres hermosa. Realmente te extrañaba.— La beso nuevamente.

Cuando ambos quedaron desnudós. El comenzó a besar cada parte del cuerpo de Moira. Ella disfrutaba cada momento que pasaba con el y como la hacia sentir.

Poco a poco, fue bajando hasta llegar a su zona más íntima. Se acercó y Moira sonrió la húmeda lengua de Steven.

— Oh Steven...— Gimió al sentirse tan bien. Era tan bueno que Incluso lo tomo de su cabello. Sintió que iba a venirse pero el se retiró antes de eso.

Saco un condón de su pantalón y se lo puso. Luego se posicionó en medio de ella y poco a poco se introdujo.

Los movimientos eran lentos y muy eróticos. Ella gemía sin parar y lo abrazaba sobre sus hombros.

La intensidad fue subiendo y la hacía sentirse en lo más Alto.

— Steven... Yo... Estoy...

— Vente conmigo, linda. Hazlo.

No pasó mucho cuando ambos llegaron al climax. La respiración estaba agitada y ambos tenían sudor en sus cuerpos. El se acostó a su lado pero la abrazó.

— Te amo.

— También te amo.— Le sonrió.— Nuestro hijo, Gaara, estará feliz de verte.

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•ⓄⓃⒺ ⓈⒽⓄⓉⓈ• 𝕄𝕦𝕝𝕥𝕚𝕗𝕒𝕞𝕗𝕠𝕞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora