Capítulo 30: Time of truth? III

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El aguijón de Hongci regresó a su forma de argolla. Bai ZeLin, llevando una expresión de dolor, se quitó la joya antes de caminar hacia la figura inconsciente de Bai WuXian, y deslizar el anillo en su dedo.

—Hongci es una reliquia familiar del Clan QishanWen —pronunció suavemente la albina, acariciando el rostro de su hermano mayor— fue un obsequio al Segundo Heredero en su cumpleaños número cinco, y por esa misma herencia le pertenece al primogénito de Wen HaoRan, precisamente, A-Ying —se volvió hacia ellos— su destino no solo era convertirse en su arma personal, sino que también proteger al heredero.

Sus hermosos rasgos se distorsionaron en completo disgusto, y escupió con rencor en dirección a los Jiang. —Es por eso que me enferma saber que esa maldita perra lo utilizó para lastimarlo. ¡Ella envenenó a Hongci con su odio transformándolo en un arma de castigo! ¡Ella no tenía el maldito derecho!

Lan Wangji, al igual que SiZhui y Jin Ling, presionaban sus manos empuñadas y mordían sus labios en un intento de controlar sus lágrimas. Jin ZiXuan apenas podía consolar a su esposa, quien sollozaba paulatinamente a cada palabra que escuchaba.

Lágrimas se deslizaban por las pálidas mejillas de Bai ZeLin. Más que tristeza, ella sentía una inmensa impotencia y frustración. No solo por el daño físico que su hermano recibió bajo aquellos que se suponían serían sus tutores y protectores, sino porque esas mismas personas fueron quienes le arrebataron su niñez y felicidad; tuvieron el descaro de incluso utilizarlo como escudo humano para sus hijos, criándolo y entrenándolo cuan cordero en dirección al matadero.

Unos miserables inhumanos.

Es por eso que, a pesar de ser una idea inaceptable para Bai LiXue, ZeLin de todos modos le pidió a su abuela traer de vuelta a la vida al matrimonio Jiang-Yu. La muerte para esos idiotas, fue más un premio que un castigo, porque jamás recibirían lo que merecían por sus pecados cometidos. Así que, ella por sí misma, junto a su Hua-ge y Luo-ge, se encargarán de hacer la estadía en el mundo mortal de ese par un infierno.

Bai ZeLin lucía como si en cualquier momento se fuera a lanzar en ataque hacia los Jiang. Sus ojos estaban lívidos, rojos y llorosos llenos de odio al mundo. Nuevamente el azul de sus orbes intercalaba entre el carmín similar a los que alguna vez sostuvo el ex Patriarca de Yiling, antes de perder el control y crear una devastación en el campo de batalla. Muchos sintieron ese mismo miedo, de que en cualquier momento las cosas saldrían peor.

Por lo tanto, temiendo que las cosas se pusieron más violentas y siendo siempre el mediador en situaciones de ese calibre, Lan XiChen intentó hacer llegar sus palabras a la Joven. —Señorita ZeLin, entiendo que este es un tema delicado y doloroso para usted, pero le pido que se tranquilice o podría lastimarse a sí misma; no vaya a cometer errores de los que se puede arrepentir.

Sus últimas palabras, parecieron hacer que un interruptor hiciera click en la mente de varios. Wen Qing lo miró con ira. —¡Lan XiChen!

Lan Wangji sintió darse cuenta también. —¡Hermano!

Jiang Wanyin alzó la vista de inmediato exaltado por los gritos. Los niños saltaron en sus sitios, acercándose entre sí dándose apoyo mutuo. Nie Mingjue se paró cerca de ellos, en caso de cualquier altercado con Mo Xuanyu, Wen Ning y Nie HuaiSang acompañándolos.

La cabeza de Bai ZeLin se giró hacia el Jade Mayor lentamente con la mirada en blanco, sin embargo, detrás de aquella impasibilidad, se veía claramente la incredulidad como quién se enfrenta a la descarada hipocresía de la sociedad.

—¿Errores, de los que me pueda arrepentir? —habló remisamente. Soltó una risa corta y baja, añadiendo sarcásticamente— tú, de todos, Lan XiChen. ¿Te atreves a predicarme medirme en ese aspecto? No me digas, dudo que te haya dolido la cara con lo gruesa que parece ser.

Aᴍᴏʀ sɪɴ ғɪɴ (AU MDZS, Viaje en el tiempo) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora