VI: Entre verdades y rumores.

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*Escena extra entre Daemon y Aemond. Y un nuevo personaje se une a esta historia.*

N/A: Este acontecimiento sucede al mismo tiempo que la situación comprometedora entre Jacaerys y Aegon.

El capítulo ha sido editado.

*

Champiñón no está al tanto de muchas cosas. Ha estado tan concentrado en el príncipe Aegon que olvidó a los demás miembros de la familia Targaryen. En esa familia, aún quedan varios misterios por resolver.

Pero él tiene aliados. Las sirvientas son sus fieles informantes, entre ellas, destaca una: Khaera. Era la sirvienta oficial del príncipe Aemond Targaryen, desde que el alfa perdió su ojo. Ella se encargaba de los cuidados que requería el menor en su cuenca, era la única que no mostraba signos de repulsión ante el segundo hijo varón de Viserys, Aemond era tan solo un niño cuando su sobrino le arrebató algo tan esencial y, Khaera, quien tan solo había llegado dos noches antes como ayudante de cocina, ascendió de puesto gracias a la reina Alicent. A pesar de que ante todos era una simple sirvienta, para la reina era la Nana de Aemond Targaryen, este mismo la trataba con respeto.

La mujer también cepillaba la hermosa cabellera del príncipe, esta misma necesitaba demasiada atención y aceites.

Khaera a simple vista parecía ser una mujer normal. De baja estatura y de cuerpo voluminoso, algo raro en las betas. La sirvienta cuidaba demasiado su figura.

Pero Khaera no era normal. Ella admiraba al príncipe Aemond Targaryen. No solamente porque era el jinete de Vhagar, a su parecer, era alguien que se había superado a sí mismo. Por lo tanto, se sentía mal de espiar a su gracia. Pero las órdenes de Champiñón son claras: Khaera debía vigilar al tuerto.

Aquella noche, en la cena familiar, en dónde parecía que por fin la reina Alicent y la princesa Rhaenyra estaban dejando de lado sus diferencias y retomando su antigua amistad, se vio arruinada por los comentarios del príncipe Aemond y la pequeña pelea que ocasionó el príncipe Jacaerys.

Era una verdad pena, tal vez la disputa familiar se hubiera arreglado si hubiesen casado a Aegon con Jacaerys, pero lamentablemente, Alicent tuvo otros planes para su primogénito. Casarlo con Aemond Targaryen fue un error. El matrimonio de aquellos muchachos era la comilla de todo el reino. Los rumores siempre estaban presentes, como también las opiniones.

Algunas personas decían que el príncipe Lucerys estaba dispuesto a casarse con el príncipe Aemond, para saldar su deuda. Pero que la reina Alicent Hightower se negó. Otras, que Lucerys Velaryon jamás se arrepintió de haberle arrebatado el ojo a su tío y que, de hecho, se sentía orgulloso de ello. Khaera no creía en ningún rumor, recuerda ese día, Lucerys se mostraba arrepentido, incluso esa misma noche intentó ingresar a los aposentos del joven Aemond, pero Criston Cole no se lo permitió. Ella estuvo allí, en ese momento, Khaera estaba limpiando la herida del príncipe Aemond, cuando de repente escuchó como Ser Criston le prohibió a Lucerys Velaryon volver a aparecer en los aposentos del alfa.

Aemond nunca se enteró de aquel inconveniente.

Y en la actualidad, su relación con Lucerys Velaryon sigue siendo la misma: Aemond se muestra indiferente, mientras que Lucerys intenta ignorar su presencia.

Pero Khaera no es ciega.

Sabe que hay algo más, sabe que la obsesión del príncipe Aemond hacia Lucerys Velaryon no es normal, no solamente se trata de cobrar una deuda, hay algo más.

...

Después de que la mayoría de los Targaryen regresaran a sus habitaciones, Khaera siguió al príncipe Aemond. Este se veía furioso, se podía notar en su mirada, tenía sus manos cerradas, formando puños con ellas. La cena fue un caos total, todos estaban hablando sobre ello. La beta era consciente del poco autocontrol que tenía el segundo hijo de Viserys.

El karma siempre llega | Jaegon (Jacaegon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora