Don't break my heart again (biblebuild)

Cap. 5: pasado, presente

Termine de leer la carta y sentí un dolor en mi pecho, gotas comenzaron a caer sobre la carta, toque mis mejillas, estaba llorando. La realidad me golpeo como un balde de agua fría, él aun causaba dolor en mi corazón pero aún seguía presente en él. Mire el reloj, apenas eran las once, ¿Qué debía hacer? Al ver la carta por otra vez lo supe, había una sola cosa que quería hacer. Me vestí rápido y tome mis llaves, debía verlo, sabía que estaba mal, pero debía hacerlo ahora.

Corrí en busca de un taxi y una vez dentro comprendí que no tenía idea donde estaba. Odiándome a mí mismo tome el teléfono y marque el número de Mile.

-¿Build? ¿Qué pasa?- pregunto curioso.

-necesito que me pases la dirección de Bible- dije cerrando los ojos, podía imaginar su sonrisa al escuchar mi pedido.

-¿Lo decís en serio?

-sí, es en serio ¿Podes decirme o tengo que llamar a otro?-dije enojado.

-no, no, está bien, anótalo- anote su dirección y le corte antes de que dijese nada.

Al llegar a su departamento comencé a dudar ¿Debía hacerlo? Había llegado hasta allí antes de pensarlo y ahora el miedo me enloquecía ¿Qué pasaría cuando me vea? No estaba seguro porque estaba allí, no sabía si aún podía perdonado, solo sabía que necesitaba verlo. Golpee la puerta una vez y respire hondo, no se escuchó ningún ruido y por un momento creí que debía irme, pero entonces la puerta se abrió y Bible apareció, luciendo realmente sorprendido.

-¿Biu?- dijo extrañado de verme allí.

-esto- dije mostrándole la carta- ¿Es cierto?- él me miro sin comprender.

-¿Qué?

-¿Es o no es cierto lo que pusiste en esta carta?- le grite

-¡Sí! Si lo es - paso su mano por su cabello y volvió a mirarme- es todo cierto, no podía... decirlo, pero quería que lo sepas.

Solté la carta y me abalance sobre él, necesitaba tenerlo, sentirlo, besarlo, estaba tan necesitado de él que ya no podía frenarme. Abrí la puerta con una mano mientras lo tomaba por la nuca obligándolo a acercarse a mí, su expresión de asombro me congelo, podía hacerlo, necesitaba hacerlo. Sacudí mi cabeza y lo acerque más a mí, sus labios chocaron con los míos y comencé a besarlo con desesperación, sentía arder cada parte de mi cuerpo y no podía detenerme. Al principio él no reacciono, se quedó parado allí mientras lo besaba, pero al envolver mis brazos en su cuello cerró la puerta y me tiró contra ella. Sus brazos me tomaron por la espalda acercándome más, estábamos completamente pegados, besándonos con desesperación, ninguno podía detenerse, nuestro deseo era tan fuerte que ya no había forma de parar. Se separó un momento juntando nuestras frentes, su mirada fija en mí mientras intentaba calmar su respiración.

-Decime que vas a quedarte, por favor... quédate- mis manos seguían en su cuello, no podía echarme atrás en ese momento, como respuesta volví a besarlo, él comprendió al instante y comenzó a tirar de mi hacia su habitación. Al llegar lo empuje contra la cama, esa noche no dejaría que él decida, esa noche mandaba yo. Saque su camisa arrojándola lejos y comencé a besar cada parte de su magnífico pecho, él tiro de mi obligándome a besarlo otra vez. Al hacerlo, tiro de mi campera haciéndola caer al suelo, comenzó a desabrocharme el pantalón, al ver su deseo no pude evitar hacer lo mismo. Nuestra ropa caía al suelo, después de tanto tiempo estábamos otra vez allí, a diferencia de la primera vez que solo nos dejamos llevar por nuestro deseo, esta vez debía durar.

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Desperté horas después, estaba empezando a amanecer. Mire detrás mío, él estaba allí, su cabello cubría parte de su rostro y su brazo me tomaba por la cadera. Verlo dormido así hizo latir mi corazón ¿Qué había hecho? Aun no estaba seguro de si podría perdonarlo, estaba asustado y parte de mí no sabía cómo actuar. Odiándome a mí mismo me levante de la cama, comencé a juntar mi ropa y a vestirme sin mirarlo, temía no poder irme si lo veía. Me apure a marcharme cuando escuché un ruido a mi espalda, gire a verlo por miedo a haberlo despertado pero no, él estaba dormido. Suspire aliviado y tome mi campera para irme, delante de la puerta estaba la carta que él me había escrito, la tome y la guarde en mi bolsillo, sabía que debía enfrentarlo en algún momento, pero esperaba ganar algo de tiempo.