AMIGOS FAMOSOS

Tenoch Huerta

La noche perfecta.

Era la celebración por la premier del gran éxito Wakanda Forever, la mayoría estaba allí, familiares de los actores, incluso algunas de sus parejas, camine con paso hacia donde de encontraba al bar improvisado, pedi un whisky doble.

Mi vista se dirigió a Tenoch, quien estaba riendo con sus amigos y colegas de la película, sonreí por eso, el había luchado tanto para ser actor, y al fin le habían dado un papel que hizo que salte a la fama mundial.

Tome mi vaso, dándole un leve sorbo, la música comenzó a sonar, y Tenoch como buen mexicano que es, no dudo ni un segundo en salir a la pista de baile, tenía la mirada sobre el, no por que fuera celosa, al contrario, cada vez que el bailaba era tan hipnotizante que no podía dejar de verlo.

Repetí mi trago por segunda vez, de repente sentí la mirada de alguien sobre mi, quize ignórar, aquella sensación pero simplemente no desaparecía, di un suspiro volteando hacia el bartman, por el rabillo de mi ojo pude ver cómo un hombre joven, de barba, estaba mirandome.

Justo antes de que aquel hombre se acercará a mi, unas manos se apoderaron de mi cintura arrastrándome hacia el, reí un poco al ver a Tenoch con su semblante serio, dandole una mala mirada al sujeto que estaba a mi lado, quien tan solo se fue de allí al ver tal acto.

-¿Celoso señor huerta...?-susurre en su oído, sintiendo su mano subir más arriba de mi pierna.

-Solo me aseguro que estés bien-.

Negué riendo, era una falsa mentira, cuando estaba celoso tenía la necesidad de tocarme, y ahora más que nunca lo está haciendo, deje mi vaso en la barra, abrazándolo por el cuello, me acomode en mi lugar, abriendo un poco mis piernas, el se metió en aquel espacio, apretando su agarre en mi cintura.

-¿No vas a seguir celebrando?, Es tu noche amor-.

Bese la punta de su nariz, el volteo hacia donde estaban sus amigos, todos riendo mientras bailaban en aquella pista de baile, en dónde había luces de colores por todo el lugar.

-Ya célebre mucho con ellos-me miró-Me toca celebrar contigo.

En menos de lo esperado me robó un beso, ambos reímos por eso, asenti bajandome de aquel asiento un poco alto, el me tomo de la mano para evitar que me cayese, nos despedimos de algunos que estaban por el camino y salimos de aquel lugar.

Hoy sería una gran noche.

Y por supuesto, no para dormir.