Jeremy Renner

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Todo era perfecto, la verdad no podias pedir más, tenías un empleo muy bueno, tenías una casa y un auto muy bonitos la verdad, y tenías estabilidad económica.

El sueño que todos quieren no? Pero había un detalle, y eso tenía nombre y apellido Jeremy Renner, trabajabas como maquilladora profesional en el SET de Marvel, por lo que conocías a todos.

Te llevabas muy bien la verdad desde el primer día que llegaste ellos te aceptaron de una buena manera, pero tus ojos y tu corazón fueron al actor que daba vida a Clint Barton.

Tus amigas Elizabeth Olsen y Scarlett Johansson, sabían que estabas interesada en el por lo que casa vez te animaban para que ele hables, pero no podías, eras algo tímida y no querías que se lleve una mala impresión de ti por lo que perderías mantenerte un poco alejada.

Suspiraste cuando desde tu asiento lo veías como grababa cada escena para la película.

-Deberias hablarle-.

La voz de Scarlett te saco de tus pensamientos y la volteaste a ver.

-Claro que no, no quiero hacer el ridículo frente a el-.

Susurraste volteando tu vista a Jeremy.

-Entonces nunca sabrá si sienten lo mismo-.

Bufaste y te levantaste, dejaste a Scarlett y fuiste al lado de Sebastián tu mejor amigo.

-Mejor no pregunto que tienes porque ya se la respuesta-.

Apoyaste tu cabeza en su hombro y suspiraste.

-¿Debería hablarle?-.

El sonrio y acaricio tu cabello.

-Claro que si Yami, es el único con el que no has hablado-.

-¿Y si lo arruinó?-.

-No lo harás, Yami, eres una chica extraordinaria, solo ve y hazlo como si fuese algo natural-.

Miraste a Jeremy, y viste como su vista estaba en ti y en Sebastián, pero estaba enojado...no sabía lo que pasó y simplemente decidiste ignorar.

-Bien hoy en la noche que hay una fiesta lo harás-.

-¿Que? Yo no iré a esa fiesta ni siquiera estoy invitada-.

-Vendras conmigo pequeña-.

-¿No tengo otra opción verdad?-.

-Nop-.

-Bien bien iré contigo a esa fiesta pero no prometo nada me oíste?-.

El asintió, te levantaste y fuiste a tu lugar de trabajo a esperar si alguien necesitaba que retoques su maquillaje.

Las horas pasaron, y ya era de noche, fuiste a tu casa y te recostaste en tu cama, tu celular sonó y bufaste.

—¡Cualquiera que sea lo mandaré al carajo!—.

Tomaste tu teléfono de mala gana, y viste un mensaje era de Sebastián, habías olvidado la fiesta.

—¡Maldición, si no voy Sebastián me molestará!—.

Te levantaste y fuiste por algo para ponerte, un vestido no tan provocativo, pero si que te había lucir hermosa.

Te colocaste un brillo en los labios y déjaste tu cabello suelto, el timbre de tu casa sonó, tomaste tu cartera, y las llaves de tu casa y abriste la puerta.

—Sebast...—.

Abriste los ojos al ver quién estaba en la puerta, era Jeremy, estaba tan guapo, que sin querer te sonrojaste.

AMIGOS FAMOSOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora