Capítulo 37: Una correa

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Media hora antes

Naruto y Moka regresaban caminando del monumento. El parque estaba casi vacío, pero ambos notaron las miradas que atrajeron del puñado de personas que estaban allí. Una madre recogió a su hijo y se fue rápidamente. Para Naruto fue un recordatorio de cómo había sido el pasado y lo que deparaba el futuro.

"Sé cuánto odias las guaridas de Moka-chan", dijo Naruto en voz baja. "Pero mientras estemos aquí, ambos tendremos que usar máscaras".

Ella lo miró cuidadosamente; él había mencionado esto antes cuando habían discutido venir aquí. "¿Eso significa que volverás a convertirte en el tonto bromista?"

"No", dijo secamente. "Supongo que mi orgullo ha crecido desde que te conocí y comencé a ser realmente fuerte, pero ya no haré el tonto".

"Entonces, ¿qué papel tienes en mente, Naruto-kun?"

Él sonrió maliciosamente. "Estaba pensando en jugar con todos sus miedos y expectativas y ser un pequeño monstruo vicioso".

Ella levantó una ceja. "¿Pero eso no causará problemas?"

"Sí, seguro que sí", dijo alegremente. "Pero estoy seguro de que el Hokage y otras personas esperan que yo sea un problema. La forma más fácil de engañar a la gente es simplemente jugar con sus expectativas. Si le muestras a alguien lo que ya espera ver, por lo general no lo cuestionará. Y estoy seguro de que mientras el Hokage piense que tiene una correa sobre mí, me dará una buena cantidad de espacio".

"¿Por qué debemos fingir en absoluto?" Ella frunció el ceño. "Ambos somos poderosos, ¿por qué debemos permitirnos este engaño?"

"Somos poderosos", asintió. "Pero no lo suficientemente poderoso. Estoy seguro de que juntos podríamos manejar cualquier combinación de ninjas en este pueblo, incluso Jiraiya incluido. Pero si tuviéramos que luchar contra todo el pueblo, no tendríamos ninguna posibilidad. Así que por ahora mentiremos e incluso actuar un poco si es necesario. Nadie puede saber cuánto odio este pueblo o cuánto odias tú a los humanos. Así que interpretaré el papel del monstruo enojado, pero atado, y tú serás mi dulce y esposa comprensiva".

Ella se rió levemente. "¿Y eso es un papel? ¿No soy yo tu dulce y comprensiva esposa?"

Él sonrió. "Para eres Moka-chan. Pero tendrás que ser así con todos ellos también".

Ella suspiró, pero asintió. "Si te ayuda, esposo mío, lo haré, aunque los detesto no solo por ser humanos sino por la forma en que te han tratado".

Naruto asintió. En realidad, estaba deseando que llegara. Cuando llegó por primera vez a la Academia Youkai, se encontró en una situación similar, rodeado de enemigos potenciales que lo matarían si supieran la verdad. Había sobrevivido a la Academia Youkai (incluso había prosperado) y también sobreviviría a Konoha. De hecho, tenía la intención no solo de sobrevivir, sino de divertirse mucho.

Hasta que finalmente llegó el momento.

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Después de saludar al Hokage, Naruto se volvió hacia Jiraiya. "Encantado de verte también padrino".

Jiraiya le frunció el ceño. "Naruto, ¿dónde has estado el último día?"

Tenía una gran sonrisa cuando tomó la mano de Moka. "Acabo de tomarme un día para casarme con mi hermosa esposa aquí y tener una luna de miel rápida antes de presentarme. ¿Es eso un problema?"

El Hokage se recostó en su asiento y juntó los dedos frente a su rostro. "No te dieron permiso para casarte". Dijo fríamente.

Naruto miró a su líder supremo y mantuvo firme su sonrisa. "¿Y por qué necesitaría permiso? Dieciséis es la edad de madurez en el país del Fuego. Tanto Moka como yo tenemos la edad suficiente para casarnos sin el permiso de nadie".

El Verdadero MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora