El Verdadero Monstruo

Capítulo 56: Un poco de venganza

Temprano a la mañana siguiente, uno de los clones subió al techo para despertarlos. Tuvieron un par de visitantes inesperados.

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Mientras Naruto bajaba las escaleras hacia el gran pasillo, un anciano y su pequeña hija lo miraron. Sus rostros se veían desgastados y sus ojos estaban rojos. Se veían terribles.

"Teuchi-san, Ayame-chan, ¿qué está pasando?"

Tan pronto como se acercó a ellos, ambos se inclinaron profundamente. "Señor Namikaze", sonó la voz de Ayame al borde de las lágrimas. "Por favor, perdónanos por venir aquí y molestarte, pero no tenemos a nadie más a quien recurrir".

"¿Señor Namikaze?" Naruto dijo sorprendido. "¿Desde cuándo me has llamado así? Soy simplemente Naruto para ustedes dos, siempre. Ahora, ¿qué está pasando Ayame-chan?"

Ella y su padre se quedaron allí y lo miraron con tristeza. Finalmente Teuchi fue el que respondió.

"Había fuego..."

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No había mucha gente en la calle esa mañana. Nunca había trabajo el día después de un festival. La mayor parte del pueblo habría estado afuera toda la noche bebiendo y celebrando. Los empleadores sabían mejor que tratar de hacer cualquier cosa. Las pocas personas que estaban fuera esa mañana parecían saber mejor que acercarse a él. En el momento en que lo vieron, dieron media vuelta y regresaron por donde habían venido. Nadie se acercó a cincuenta metros.

Eso fue probablemente lo mejor.

Cuando Teuchi y Ayame le contaron lo que había sucedido, necesitaba venir y verlo con sus propios ojos. Estaba parado en los restos ennegrecidos de lo que una vez había sido de Ichiraku. Su taburete favorito seguía en pie, aunque ahora solo era de metal ennegrecido. Desde el frente del mostrador carbonizado ahora podía mirar y ver directamente a la cocina. Los hornos y los electrodomésticos estaban medio enterrados bajo madera carbonizada y escombros. Probó el aire. Debajo del fuerte olor a humo estaba el olor familiar de la gasolina, así como el olor de más de mil personas diferentes.

Increíble, justo cuando creo que sería imposible odiarlos más de lo que ya lo hago . Miró a su alrededor. A pesar de la cercanía de otros edificios, solo este se había quemado.

"Si solo tuvieras un cuello, te lo cortaría". Quería matarlos, a todos ellos. Pero si empezaba a arrasar la aldea, tendría que luchar contra un par de miles de ninjas. Después de lo sucedido en Suna comprendió que no era lo suficientemente fuerte para eso, todavía no. Ah, pero que me jodan si no me estoy vengando un poco esta noche.

Sin un sonido, dejó las ruinas ennegrecidas de lo que había sido su único santuario cuando era un niño pequeño. Antes de regresar a casa, hizo un viaje adicional a la sede de Root. Tenía órdenes para Danzo.

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"No fue solo nuestro negocio lo que fue destruido". Teuchi dijo con cansancio. "Vivíamos en un departamento arriba, lo perdimos todo".

"Y no tenemos seguro", Ayame estaba al borde de las lágrimas.

"Está bien", Moka trató de sonar reconfortante. "Ustedes dos han sido buenos amigos de Naruto, él no los abandonará".

"Así es", coincidió Hinata. "Naruto-kun... Naruto-kun puede ser muy amable". Hinata lamentó que estas pobres personas se hubieran quemado. Pero también tenía miedo de cómo reaccionaría Naruto. Un baño de sangre no ayudaría en nada.

"Estamos tan avergonzados de haber venido aquí para molestarlos, pero en realidad no teníamos a dónde acudir en busca de ayuda". dijo Ayame.

"No tienes por qué sentirte así", aseguró Moka. "Mi esposo a menudo habla de lo mucho que su amabilidad significó para él tanto en ese momento como ahora. Eres muy bienvenido aquí".