Mántengamoslo rudo, pero llámalo amor, ¿Quién dijo que las infidelidades sólo se pueden pagar con otra infidelidad?
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✈ Historia 100% mía.
✈ Historia ganadora en primer lugar de los Purple killer awards en categoría de...
— Te ves tan horrible cuando lloras, cariño — le sonrió de forma un tanto cínica.
— Yoon, amor perdóname, yo no quería — la situación le estaba causando un tanto de gracia, porque vamos, a él no le estaba afectando en lo más mínimo mientras Jimin, su novio lloraba, se veía como si le hubiese dicho que tenía alguna enfermedad terminal.
Le palmeó la cabeza con suavidad.
— Levántate y vámonos de aquí — él hizo lo que le pidió en automático y ambos comenzaron a caminar fuera de la universidad, donde había ocurrido todo el alboroto hace unos instantes.
Bah, gente que no tiene nada mejor que hacer con su vida más que meterse en la ajena.
— Entonces, ¿Me perdonas? — en esa ocasión sí tuvo que hacer un gran esfuerzo para no estallar en carcajadas.
¿Perdonar? Claro que podía hacer eso, ¿Olvidar?
Eso sí que no.
— Por supuesto que sí, amor.
Esto sería divertido.
Mantengámoslo rudo, pero llámalo amor, ¿Quién dijo que las infidelidades sólo se pueden pagar con otra infidelidad?
Rebobinemos un poco:
Era un día normal para la rutina de Min Yoongi, quien estudiaba música en la universidad de bellas artes de Seúl, cursaba el tercer semestre y realmente no se preocupaba mucho por lo que llegase a ocurrir con las personas a su alrededor.
A excepción claro, de su pareja de hace un año, Park Jimin.
Todo hasta que un par de estudiantes que pocas veces en su vida había visto, quienes parecían de otra facultad se le acercaron con cierta prisa.
— ¡Tu novio te engaña! — fue lo primero que escuchó de una de las estudiantes allí.
¿Qué? — fue su primer pensamiento.
— ¡Sí!, acabamos de verlo en el salón de baile besándose con Jung Hoseok.
Lo primero que sintió al escuchar esas palabras fueron ganas de reír, reír escandalosamente.
Su novio era un estúpido de primera si creía que de alguna forma iba a poder encontrar a alguien mejor que él, eso era completamente absurdo. Sin embargo, no es esa la reacción de una persona normal cuando se enteraba de que la estaban engañando.
Por fortuna él no era alguien normal.
Fingió estar en estado de shock antes de deformar ligeramente su expresión para que se viera como si estuviera a punto de llorar.
Lloraría. Sí, pero de la risa que estaba conteniendo.
— Viene hacia acá — volvió a hablar la primera chica.
— ¡Yoongi! ¡Amor! — el show estaba por comenzar.
Después de todo su aburrido día podía tornarse algo más interesante.
Con ese par de exclamaciones en voz alta, todas las personas que estuvieron manteniendo conversaciones entre ellas en los pasillos de la universidad prestaron atención a lo que estaba por suceder.
Las chicas se apartaron cuando Jimin se acercó lo suficiente.
— Así que, ¿Besándote con otros? — sin poder evitarlo esas palabras salieron en un auténtico tono de burla, casi como si le estuvieran contando algo muy gracioso.
Todo se volvió más divertido para él cuando apreció el semblante lleno de angustia, desesperación y pánico en el rostro de su novio.
Jimin se arrodilló mientras le tomaba de la cintura y casi se aferraba a él, las lágrimas corriendo sin ningún tipo de control por su rostro.
— Te ves tan horrible cuando lloras, cariño — esto nos trae devuelta al presente.
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