Sweet & poisoned ❁

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Tocó el timbre del apartamento que debería ser de Min Yoongi algo apenado porque había llegado ligeramente tarde, casi veinte minutos para ser exacto. La fachada del edificio era blanca con otros edificios más o menos iguales a cada lado, realmente no tenía muchos pisos, cinco para ser exactos, donde había un solo apartamento en cada uno.

Tuvo un presentimiento extraño esa mañana de que algo iba a salir mal, sin embargo, no quiso darle mucha atención a eso suponiendo que podía ser su propia consciencia reprochándole lo que le había hecho indirectamente a ese chico.

A veces es preciso confiar en las supersticiones, por más abstractas que sean.

Yoongi le abrió la puerta principal del edificio, parecía agitado por algo.

— Oh, hola Hobi, lamento haber tardado en abrir, estaba intentando terminar unos brownies — le sonrió de forma parecida a como lo había hecho antes en la universidad; no podía describir con exactitud qué era, pero algo en esa sonrisa sumado al ligero tono sarcástico en su voz cuando le llamó por su apodo le decía que debía darse la vuelta e irse cuando pudiera.

Pero de nuevo, ignoró la sensación.

>> Sígueme — le dijo al ver que no obtenía respuesta de su parte para hacerse a un lado y cerrar la puerta.

Una vez ambos estuvieron dentro el mayor comenzó a subir las escaleras, Hoseok se sentía extrañado por el hecho de que todo estaba extremadamente silencioso, juraba que lo único audible eran sus respiraciones.

Se sentía como si estuviera yendo a algún lugar místico y no se sentía bien.

— Puedes tomar asiento en el sofá, yo iré a sacar los brownies del horno antes de que se quemen, ¿Gustas algo para beber? — se había quedado analizando el lugar, en realidad no era tan grande pero la forma en la que estaba todo organizado hacía que se viera espacioso.

Había una mesa de centro sobre una alfombra gris y un televisor frente a él, a cada lado de este último había un estante de caoba con libros de los cuales podía resaltar que en su mayoría eran gruesos y de colores oscuros, lo que hacía que destacaran sobre la pared blanca.

También había una ventana al lado izquierdo, imagina que por esa razón Yoongi supo que era él cuando le abrió aparte de lo obvio.

— No, gracias, creo que así estoy bien — intentó sonreír, aunque se sintió bastante extraño.

— De acuerdo — en la cocina Yoongi sacó los postres del horno.

Tenían azúcar sí, pero montones de droga también.

Se permitió sonreír de puro gusto mientras servía unos cuantos, en una bandeja, de dos tipos.

Algunos estaban envenenados y sólo tenían el azúcar espolvoreado encima, otros tenían nueces (a las que sabía que el chico era alérgico) y carecían de veneno.

Era más que obvio que él no comería los que tenían nueces, por ende, caería fácilmente en su trampa.

— Aquí están, hay algunos con azúcar solamente y otros con nueces — le sonrió haciéndose el inocente con respecto al tema de la alergia.

— Oh, realmente no debo comer nada que contenga nueces, me iré por los de sólo azúcar.

Iba a ser una tarde interesante.


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Aimed to kill | JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora