Mántengamoslo rudo, pero llámalo amor, ¿Quién dijo que las infidelidades sólo se pueden pagar con otra infidelidad?
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✈ Historia 100% mía.
✈ Historia ganadora en primer lugar de los Purple killer awards en categoría de...
Todos en la universidad describirían a Min Yoongi como el alumno ejemplar, no sólo por sus calificaciones sino también por la calidad de persona que es; rara vez tenía algún conflicto con alguien y si así era, lo solucionaba en poco tiempo.
Su relación con Jimin solía ser muy admirada también, ya que, ambos funcionaban bien juntos. Además, Park al igual que Yoongi era considerado un alumno y persona ejemplar, eso hasta que el escándalo de él estando con Jung Hoseok estalló y media universidad fue testigo de ello.
Cualquiera diría que la mejor venganza está en el remordimiento con el que la persona que te hacía daño tenía que cargar, a pesar de eso, para Yoongi aquello no era suficiente, que le perdonara tan sencillo lo imperdonable a los ojos de los demás sólo era una estrategia para hacerle sentir más arrepentido de lo que debía estar.
Haría que se arrodillara para pedirle perdón, misericordia tal cual un devoto lo haría con su Dios, no obstante, él pretendía que Jimin lo sintiera real cuando se lo dijera.
Por ende, no existía mejor castigo para un infiel que ver a su amante agonizar a manos de su pareja.
Yoongi se acercó a Jung Hoseok un viernes en la tarde.
— Hola, Hoseok, ¿Cierto? — el chico lo miró consternado, lo que era comprensible, porque no es muy normal que la pareja de la persona con la que te acostaste se te acerque para hablarte sin antes darte un golpe o gritarte un insulto.
Para Hoseok era muy desconcertante que el chico de cabellos castaños frente a él le sonriera de forma amable, cuando debería estar gritándole.
¿Fue tan tonto como para perdonarle eso?Lo que sucede una vez siempre pasa una vez más — fue su primer pensamiento al respecto cuando una semana luego de lo sucedido ambos se veían tan acaramelados como siempre lo habían sido.
— Sí — fue todo lo que pudo responder, porque realmente no sabía qué más debía decir.
— Genial, escuché que eres bueno en trigonometría, me preguntaba si querías ayudarme con el último trabajo, no entiendo nada — le enseñó superficialmente la hoja con los ejercicios que acaba de inventar cinco minutos atrás para hacer su excusa más creíble, aun así, tuvo que inventar algo más al ver el escepticismo en el rostro del chico pelinegro — hablé con el profesor Im, te dará puntos extra si gustas en ayudar a esta pobre alma en pena.
Hoseok lo pensó unos instantes antes de responder, en cualquier otra situación con personas normales, sería supremamente incómodo ese escenario, pero el rostro de Yoongi esperanzado en que le ayudara lo conmovió.
Además, era lo mínimo que podía hacer luego de ese escándalo.
— De acuerdo — el castaño lo abrazó dejándolo todavía más consternado.
— Gracias, gracias ¡Gracias! En mi casa a las cuatro el domingo, pásame tu número, te envío la dirección luego.
Cuando Yoongi se fue, Hoseok seguía disperso.
[...]
— Bebé, ¿Cómo estás? — se había asegurado de llamar a Jimin temprano, aunque no lo suficiente como para que este pudiera ignorar su llamada sin querer por estar entrenando, lo que hacía usualmente de seis de la mañana a nueve cada domingo.
— Bien gatito, ¿Y tú? — Yoongi se sentía tan emocionado por llevar a cabo su plan que apenas y podía lograr disimularlo en su voz, pero lo hacía, no debía arruinar el factor sorpresa.
— Me alegra corazón, bien, ¿Te gustaría venir a mi departamento?
— Claro Yoon, ¿A qué horas? — sonrió con malicia recordando que le había pedido a Hoseok venir a las cuatro, sin embargo, según el patrón que ha observado, el chico probablemente llegaría quince o veinte minutos después.
Tiempo extra no le venía mal.
— A las dos estaría bien cariño — contrario a su primera víctima, su novio tal vez llegaría unos minutos antes excusándose en que no podía seguir esperando para verle, siempre con sus cursilerías.
— Ahí estaré entonces, te amo.
— También te amo, adiós — colgó dándose prisa en terminar de alistar las cosas que necesitaría, siempre ha sido demasiado metódico a la hora de hacer cualquier cosa, eso justo ahora era un punto a su favor, cada segundo desde que esos dos pisaran su casa estaba completamente planeado en su cabeza.
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