~41~

280 14 3
                                    

(Cap bizarro)

Un día, el chico llamado Tiago, salió por la  madrugada, ya que se había peleado por mensaje con uno de sus amigos. Con enojo y tristeza, salió, como de costumbre. Abrió su ventana, puso algo para que no se cierre del completo y bajó.
Abrió el auto para para salir y dar unas vueltas para desestresarse. Una media hora después, quiso volver. Pero, al hacerlo, notó que la ventana estaba cerrada y no podía abrirla. Decidió no tener miedo y ir por la puerta principal, la que raro, ya estaba abierta.

No le dió importancia y subió a su cuarto, con el cual se encontró con... ¿una niña pequeña? Extrañado, fue al cuarto de sus padres.

–¡Papá! ¡Mamá! Hay una niña en mí cuarto, ¿por qué? ¿Ustedes la invitaron?– Exclamó el chico, para que momentos después, "sus padres", despertaran.

—¿Niña rara? Más bien, ¿quién eres tú?— Dijo el señor que se encontraba ahí. —No sé quién eres, ¡pero vete de mí casa antes de que llame a la policía!—

El chico se quedó sin palabras, reaccionando rápido, se fue de la habitación, y salió de la casa. Cuando volvía al auto, le manotearon el teléfono junto a la identificación. Agarró las llaves del auto, y fue hacia una comisaría.

Al llegar, le dijo todo, desde que le robaron él teléfono junto a cartera, hasta que "sus padres", no sabían quién era. Los policías (Quienes no le creían lo último), le preguntaron por su nombre y apellido, Tiago, al decírselo, los policías buscaron en el registro civil del país, pero al no encontrar nada, lo echaron de la comisaría.

Tiago, con toda su desesperación, empezó a sollozar.

—A ti tampoco te creyeron, ¿no es así?— Le dijo un chico alto, de tes clara y cabello rojo, apoyado en el capó de un auto. —¿Cómo te llamas? Necesito empezar a investigar, y hacerte unas preguntas.— Volvió a hablar el chico, está vez, más cerca que antes.

El chico simplemente se había quedado mudo, no entendía nada, ¿por qué aquél chico sabía que no le creyeron? O, ¿por qué ese chico dijo "tampoco"?, muchas preguntas sin respuesta pasaban por su cabeza.

—T...Tiago.— Dijo nervioso, no conocía nada de aquél chico, solo le parecía lindo.— ¿Pero tú como te llamas? No tiene sentido que tú sí sepas mí nombre, pero yo no sepa el tuyo. A menos de que seas un acosador.— Respondió queriendo aliviar el ambiente tenso.

—Mauro, Mauro Monzón.— Respondió confianzudo, y agarrando la mano de su ahora conocido, para subirlo a su auto.— Relájate, no te voy a secuestrar.— Dijo notando que estaba tenso.—Solo te voy a llevar a mí casa, bueno, una que alquilé por la misma razón que a vos no te creyeron.— Dijo relajado y poniéndose el cinturón de seguridad para después, arrancar.— 

Momentos después, habían llegado al edificio donde vivía el pelirrojo.

—Te presento mí humilde morada, la empecé a rentar ayer.— Dijo, queriendo ser algo "chistoso".— Bueno, cambiando de tema a lo que te traje.— Dijo esta vez, más serio.— ¿Cómo ha empezado todo? O sea, ¿cuándo fue la última vez en la que te "recordaron", por así decir.— Decía el más alto, sentandose en un sillón de por ahí, dejando que el castaño-rubio, Tiago, se sentase al lado suyo.

—Pues... yo como de costumbre, salgo a manejar un rato con música cuando me enojo, esta vez lo hice porque me peleé con un amigo... pero... no sé cómo pasó. Simplemente, después de dar unas vueltas, todo se volvió raro.— Decía cada vez más desanimado.— No... No entiendo como fue. Esto lo siento como una línea temporal diferente. Como si fuera... ¿alguien no existente aquí?— Empezó a hacerce 100 preguntas por la cabeza, y todas sin respuesta.

Algo que ninguno de los dos se esperó, fue que apareció un zombie por la ventana...

— ¡¿Qué?! — Es lo único que pudieron decir los chicos a la vez.

Gracias al miedo y a la adrenalina, fueron corriendo a la habitación de Tiago en su departamento. La cual, gracias a Dios, no tenía ventanas. Para estar más seguros, fueron a un rincón, estando muy cerca y muy pegados.

De repente... ¡Pum!, se escuchó por todo el departamento, fue que un zombie logró romper la puerta e invadir la casa.

Cuando había podido romper la segunda puerta, la de la habitación, los chicos gritaron como nunca....

























































¿Saben qué pasó?





































Fue todo un sueño compartido. Mauro se había dormido viendo The Walking Dead y Tiago leyendo una historia algo parecida.

One Shots 41

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¡ O N E - S H O T S ! Litiago-Tialit.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora