¡ O N E - S H O T S ! Litiago-Tialit.

~26~

•Oh, querido diario, hoy conocí a un hombre, ¡Que hace que mí corazón explote! Ah~, justo como dice mí querido diario, conocí a un chico ¡Precioso! Todo de el era perfecto. Aunque, creo que un poco mayor para mí...

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-Monzón... ¡Monzón!

-Ah... ¿Eh? -Levante la cabeza bruscamente. Yo realmente babeo cuando duermo, asique se me pegó la regla en la mejilla.-

-Por fin te dignas a levantarte. Bueno, ¿Cuál es la respuesta?

- Emm...-Me saco la baba y regla de la mejilla.- cuarentena por setenta y ocho mas cinco.-Me había puesto a susurrar cosas inentendibles, si, aún así, conteste bien.- Tres mil ciento veinticinco.

-¡Correcto! ¿Vieron muchachos? El señorito Monzón estaba dormido y aún así contesto bien. Ustedes, estaban despiertos y ni ahí contestaron bien. Aparteee... Era una cuenta muy fácil, hasta mí sobrino de diez años puede resolverlo. Manga de sopencos.

Eso es lo que yo más odiaba. Que me llamen para responder una pregunta, aunque sepa la respuesta, no, no me gusta. Peroooo... Si es él, mucho no me molesta.

Bueno, ahora si, Yo soy Mauro Román Monzón, tengo 17. Y, me gusta mí profesor de matemáticas. Tiago Uriel Pacheco. Y... Para colmo, tiene 25 años. Si, algo mayor para mí, pero, estamos en septiembre, en un mes cumplo los 18 y ya será legal.

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-Mauro. Mauro... ¡MAURO!

-Eh... ¿Qué mierda querés Emilia?

-Que me prestes atención. Te estoy hablando de algo importante, no da que te duermas.

-¿Hablar de tu estupido futuro con Ezequiel? Na, prefiero pensar en otra cosa.

-¿En quien?

-Querras decir "Que" porque ni ahí pienso en alguien.

-¿Seguro? ¿Y en clase que te quedaste pensando en el profesor Pacheco?

-Emilia... Sabes que, chau. Me enoje. -See, era pura excusa para que no sigamos hablando del pedazo de bombón que es el Profesor. Me levanté, agarre mis cosas y me fui a la parte abandonada de la escuela. Un lugar tranquilo, sin gente que pueda molestarme y... ¡¿El profesor Pacheco?!-

-Eh... -Queria irme, pero a la vez no.-

-Oh, hola Monzón, Sabes que esté lugar está cerrado para que los alumnos no entren, ¿No?

-Si, Pe... Pero... Osea...

-¡Ja! Tranquilo, no le diré a nadie que vienes aquí, pero tendrás que hacer algo.

-Eh... -MENTE SANA COMO BANANA. MENTE SANA COMO BANANA. MENTE SANA COMO BANANA. AYUDENME, NO PUEDO.- S-Si, ¿Que ue hago? Pero se lo suplico, no le diga al director, no quiero que me heche del colegio.-

-Realmente, es algo simple. -Se me empezó a acercar. Y MUCHO. Me miró fijamente cuando ya estaba a unos simples dos centímetros de mí rostro. Dios, ese hombre si puede ponerme nervioso.- Digo, Si querés, pero, si quieres que le diga al director no hay problema.

-¡No! Digo... No, porfavor, no le diga al director. Ya, ¿Qué hago?

-Simplemente, no digas nada. -Bueno, Ya sabrán que paso, ¿No?-

Bueno, realmente, el me beso muy pero muy bien, el si que sabe besar. Sus manos fueron a parar en mis caderas, sus labios fueron bajando lentamente desde mis labios hasta mí cuello dejando leves chupones y mordidas, que claramente tardarían en irse.
Mis gemidos y pequeños jadeos no tardaron en llegar. Sus manos bajaron lentamente hacía mí pantalón, más exactamente mí entre pierna, haciendo que una erección ya notable aparezca.
Creo que el se olvidó que necesitamos respirar, pero yo no. Me separé con respiración agitada y con las mejillas color carmesí por la falta de respiración.

-¿No quieres venir después de clases a mí casa?
Porque igual, muy bien que digamos no te va en matemáticas.

-Eh, ¡Si obvio! ¡N-No hay problema!

- Genial.

One shots 26

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Por fin. ¡Nuevo cap!