-Gojo x Utahime- Copos de Nieve

Con rapidez 🍋❄️

Ambos 24 de Diciembre 1:20 am

Entramos en la regadera ahora completamente desnudos y el vapor nos envolvía, comencé a recorrer su cuerpo con mis manos, sentía la dureza de su entre pierna y no aguante más llevando mis manos a tocarlo, era tan grande que no podía sostenerlo bien, comencé a bajarlo y subirlo, el seguía besándome la boca mientras alternaba con mi cuello, el agua se le colaba entre sus largas pestañas blancas.

-Eres hermosa, siempre has sido mi diosa.- Me estaba exitando demasiado, sentir el primer contacto de su mano sobre mi me dio escalofríos de esos que se te suben a la garganta.

Me incline para así volver a la pose de hace unos momentos y comencé a besarla por su monte, no quería incomodarla pero moría por saborearla, entonces sentí como sus dedos me acariciaban el cabello y me indicaban que bajara más.

-Si empiezo no voy a parar.- Era mi sentencia.

-Aha.-

Entonces su lengua comenzó a tocar mis pliegues, no sabia que humedad era la que sentía, la de la regadera, la de su boca o la mía, con otra de sus grandes manos tomo mi pezón y comenzó a jugar con el, en ese momento sentí dos de sus dedos entrar en mi, sin separar su lengua, deje caer mi peso por completo en una de las paredes de la regadera, me costaba estar de pie.

-Voy ...a cer..rar el agua.- como pude me estire, el ni siquiera respondió, entonces el agua ceso y el seguía en mi entre pierna inundándome con su boca, pasaba su lengua por todos lados, sus dedos entraban y salían. El vapor comenzó a elevarse y yo solo sentía como mis paredes se contraían.

Sabia tan bien, se sentía tan húmeda, el calor me recorría, no quería dejar de probarla, sus paredes se contraian de una manera exquisita cada que mi dedos entraban dentro de ella, en un momento voltee a verla, dios, sus pezones estaban tan duros, la poca agua que quedaba en su cuerpo la recorría, el cabello húmedo se colaba, su cara estaba tan roja, soltaba unos pequeño gemidos y de su boca parecía escurrir algo de saliva. Era magnifica.

Mi entre pierna iba a explotar la escena de este angel que se remolineaba entre mis labios y mi mano, me tenían a punto de correrme, mis propios dedos me daban envidia ,su lubricación era intensa, quería tomarla, pero había esperado años por esto así que continuaría recorriendo cada espacio de ella.

¿Podemos ir al cuarto?, ya no puedo estar de pie...-

En ese instante termine dándole unos leves lengüetazos más y me levante para así cargarla y llevarla a su cama.

Me recostó sobre mi cama, nuestros cuerpos ardían en calor y vapor.

-¿Puedes volver abrir las piernas?-

-Gojo pero no es justo, es momento de que yo...- Quería complacerlo, no quería quedarme con toda la atención, quería ser justa. 

-Pero estas muy cansada, me parece adecuado que me dejes disfrutarte más, déjame venerarte, por favor.-

De nuevo introdujo su cara entre mi y ahora su lengua era la que entraba dentro, sus manos me tomaban de las caderas con fuerza, realmente parecía que me estaba  suplicando.

Mi ser disfrutaba de un placer que nunca había sentido, era tal que pronto me correría, no quería, pero este hombre no me daba un respiro.

-Aguanta un poco.... Más... Utahime, quie..ro que te corras ....conmigo.- todo lo que salía de mi boca eran oraciones lentas y jadeantes.

En ese momento sentí vibrar sus piernas, sabia que era momento de entrar en ella, así que lentamente deje caer hilos de saliva sobre su entrada, pero recordé que no llevaba protección conmigo, ni en mis sueños más salvajes pensaría que estaríamos en esta posición.