VI. La explosión

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Por la noche, pasaban de las 2 de la mañana y He Tian ya no soportaba la desesperación, la pesadez y la incertidumbre de no saber dónde estaba y a qué hora llegará Mo. Sabía que no era nada parecido a su dueño, ni que le tuviera que rendir cuentas, pero Mo dijo "no me esperes para cenar, llegaré tarde." Sin embargo, nunca dijo "hoy no llegaré a dormir". Tenía una pelea interna no quería presionar a Mo para estar en el departamento pero ni siquiera contestaba su teléfono desde hace varias llamadas perdidas parecía ser que estaba apagado y la desesperación de He Tian cada vez se volvía más en preocupación. En la sala solamente se podían escuchar los pasos que iban y venían de un lado a otro, cuando se canso de sentir tanta impotencia tomó un abrigo y las llaves de su auto pero fue interrumpido por el sonido de la clave de la puerta que intentaban abrir, así que se dirigió hacia allá rápidamente pero al abrir la puerta, tuvo que atrapar a Mo para no dejarlo caer.

-Apestas a alcohol ¿Estuviste tomando todo este tiempo?- Le pregunto He Tian algo molesto.

-Ummmm si... El calvo y unos... Amigos fuimos a un... Bar.- La voz de Mo sonaba entrecortada y con palabras arrastradas. Además, no soltaba a He Tian.

-Y yo estoy aquí desesperado mientras tú no llegas, ni contestas tu jodido teléfono.- Estaba molesto pero no podría dejarlo así nada más. Entonces lo abrazo para así llevarlo al sillón.
Mo se recargo en He Tian de tal forma que su cara se metio en el cuello del pelinegro.

Mo inhaló profundamente y le susurro al oido. -He Tian... hueles bien-

Evidentemente está acción hizo que a He Tian le erizara la piel hasta la nuca. Pero no perdió la compostura, sabía que cuando Mo se pone ebrio dice y hace lo primero que se le viene a la mente aunque no lo haría estando sobrio. Solo le dio un poco de gracia.

-Ja! Bueno Mo, tengo que estar listo para cuando quieras probarme.- lo digo mientras lo dejaba en el sillón y se alejaba pero Mo no lo soltó de la nuca, ni de su playera.

-ummmm... ¿Probarte?- lo vio con los ojos entre cerrados y el seño fruncido, se acercó lentamente a hacia He Tian y Mo pego sus labios, besándolo...

A He Tian le sorprendió tanto que lo sonrojo, su mente estaba hecha un mar de pensamientos, Mo lo estaba besando y le encantaba la idea y la sensación de sus labios contra los de aquel pelirrojo en el que pensaba todo el tiempo, era algo que deseaba desde el momento en el que se alejo de él pero ahora estaba ebrio, nunca abusaría de nadie que no se encontrará en sus 5 sentidos y muchos menos de Mo, era evidente que quería besarlo y que lo besara pero no así. No tuvo más que alejar las manos del pelirrojo con suavidad y se alejo lentamente deseando que ese beso se vuelva a repetir.

- Voy por un vaso de agua para ti pequeño Mo.- le susurro mientras aún estaba cerca de su cara y se alejo lentamente.

Puso un vaso a llenar con agua mientras el tomaba un descanso de todo, se recargo en la barra de la cocina y dio un largo suspiro. Habían sido demasiadas emociones en una noche, el final lo reventó, estaba feliz porque ahora sabía que al menos algo dentro de Mo tenía interés en él o siquiera algo dentro de Mo quería besarlo. Pero que solo lo haga mientras está ebrio le hace cuestionarse "¿realmente es algo que Mo quiere hacer?", decidió dejarlo de lado, estaba siendo muy inseguro y no es propio de él .

En cuanto volvió con Mo noto que ya se había dormido, sin embargo su cabeza y todo su cuerpo estaba mal acomodado y torcido, entonces He Tian se sentó a un lado de Mo y levanto su pelirroja cabeza y la acomodo arriba de sus piernas. He Tian pronto cerro los ojos, era tarde y se encontraba sumamente agotado así que al instante se durmió.

Por la mañana siguiente en cuanto He Tian tuvo sus primeros destellos de conciencia busco la cabeza de Mo con las manos, pero por más que recorrió el sillón no encontró nada y al momento de abrir sus ojos confirmo lo que sospechaba... Mo ya no estaba a su lado y a pesar que busco en la cocina, su cuarto y el balcón, Mo no estaba en el departamento. Pero el pelinegro no le tomo la suficiente importancia pensó que quizá recordó lo que sucedió en la noche anterior y le avergonzaba, no le gustaba para nada pero lo podía comprenderlo.

Viviendo Juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora