Capítulo 3: Siempre seré tu amigo.

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El anime es fantástico hasta ahora. Antes me gustaba Denji, pero ver su historia, su situación antes de fusionarse con Pochita, me hizo amarlo aún más.

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El defecto de la igualdad

Capítulo III

Siempre sere tu amigo

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" Tu trabajo es entrenar perros y usarlos. Asegúrate de no encariñarte".

—Más arriba, dirigiéndose a Makima

Aparecían al caer la noche, durante un tiempo de descanso, cuando muchos se habían retirado a la cama después de un día de duro trabajo . Cuando los padres y las madres habían dado un beso de buenas noches a sus hijos. Cuando la mayoría estaban cómodos y durmiendo, envueltos bajo mantas cálidas, soñando con un mañana mejor, con otra mañana para pasar con familiares, amigos y vecinos.

Primero, la tierra tembló, y un terremoto como ningún otro en la memoria reciente sacudió la ciudad hasta el centro. Ocurrió de repente, sin previo aviso. Los edificios se estremecieron como un hombre congelado, derrumbándose sobre innumerables personas indefensas cuando el suelo se hizo añicos, desplazados por temblores tan poderosos que se podían sentir en todo el país.

Luego, vino el tifón. Atravesó la ciudad, destrozando todo a su paso. Pronto siguió un aguacero, una lluvia torrencial de proporciones antiguas y bíblicas. Cayó agua del cielo, similar a balas en miniatura, arrojando a los sobrevivientes sin piedad, empapándolos hasta los huesos. Los que no murieron en el terremoto inicial huyeron de los edificios inestables, inundando las calles en un pánico maníaco y sin sentido.

Las mujeres agarraron a sus hijos, los arrastraron a lugares seguros. Los hombres llevaban a personas mayores o discapacitadas, aquellas que no podían escapar por sí mismas; corrieron hacia los caminos abiertos, con la esperanza de escapar de los escombros que caían mientras mutilaban a los habitantes desprevenidos.

Lamentos, gemidos de dolor, llenaron el cielo nocturno.

Segundos antes, todo había sido pacífico. Pero ahora, el miedo y la confusión impregnaron los corazones de muchos.

El Tifón regresó poco después, destruyendo edificio tras edificio mientras atravesaba hormigón y acero reforzado, derribando enormes estructuras diseñadas para soportar incluso el peor desastre. Los autos fueron tirados por el aire, transformados en proyectiles cinéticos de varias toneladas. Muchos fueron arrastrados por esta cosa , por esta criatura que era más un monstruo que un desastre natural.

En tercer lugar, llegó el Tsunami. La costa retrocedió, como si un gran gigante hubiera hecho retroceder el mar Arábigo con el barrido de una palma invisible. Luego, el agua se hinchó y volvió, burbujeando de color azul oscuro a medida que el fluido vivificante avanzaba para matar a miles más.

La ola se estrelló sobre la ciudad. Innumerables murieron solo por el impacto. Su altura era de más de veinte metros y viajó sin tregua, inundando una décima parte de la ciudad en segundos.

Finalmente, llegó la última calamidad.

Truenos y relámpagos. El cielo estaba iluminado por destellos tan brillantes que convirtieron la noche en día, solo para ser tragados por nubes oscuras que ennegrecieron la ciudad una vez más. Una y otra vez. Como parpadear. Hubo destellos, luego pura oscuridad. Más destellos, luego nada. Seguido por un trueno que dejó los tímpanos zumbando.

Un rayo golpeó a muchos, convirtiendo los cuerpos en cenizas. El trueno retumbó en lo alto, la voz de este horrible desastre, proclamando su llegada a todas las naciones de la tierra.

El Defecto de la IgualdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora