Una de las características más destacables de Jimin era que a veces se comportaba como una madre.
La noche en que Jungkook se quedó a dormir en su departamento, se sentó a su lado esperando que se durmiera mientras le tarareaba una canción de cuna como si estuviera con un bebé y no con un hombre. Lo arropó esperando que pudiese descansar sin problemas y se quedó dormido a su lado, pero sentado en su cama, con los brazos cruzados y la ropa del trabajo puesta.
Fue ese encuentro el que los hizo acercarse más de lo que sería considerado normal, pero que a su vez se sentía como una cosa netamente inocente. Ambos se volvían tímidos alrededor del otro, no había un coqueteo entre los dos que pudiese dejar en claro la atracción que existía para los ojos del resto, pero sí había una cosa íntima mientras se miraban a los ojos y rozaban sus brazos cuando caminaban.
Jimin nunca se había sentido tan consciente de la presencia de otra persona a su lado. Todo se encontraba en los pequeños detalles, en como Jungkook pasaría a tocar su mano por accidente mientras caminaban a casa, en como se mirarían a la vez sin decir una palabra, en como avanzarían más lento para pasar un poco más de tiempo juntos, en como se saludarían todas las mañanas siendo incapaces de mantener el contacto visual por unos escasos segundos, y en como se pensaban a diario.
Jungkook pasaba todos los días a buscarlo al trabajo. La mayor parte del tiempo llegaba más temprano de lo debido, así que compraba una melon soda y mataba el tiempo dando vueltas alrededor de la tienda.
En una noche fría y oscura, Jungkook llegó para salvarlo con su brillante sonrisa. Tenía un papel en la mano y el cabello desordenado por el viento. Se vestía siempre de negro, parecía que se camuflaban con la noche y actuaban como uno solo en esas horas donde el mundo se detenía y los sueños u pesadillas tomaban su parte.
Caminaron calle abajo, dejando atrás a la pequeña e iluminada tienda. Jimin solía mantener el silencio por un tiempo prolongado, nunca era el primero en iniciar las conversaciones. Le gustaba disfrutar cada momento junto a Jungkook, incluso si era en silencio. A veces contemplar las calles vacías era un consuelo mucho más grande que hablar por hablar, sin tener un tema que valiese la pena compartir.
En el silencio también se escuchaban los automóviles y los ladridos de los perros. Jungkook giraba en sus manos el papel que traía consigo, aclarándose la garganta listo para compartir algo, aunque parecía inseguro, luciendo incómodo en su propia piel.
— Aprendí a hacer esto. — Soltó en un tono casual mientras extendía el papel hacia Jimin.
Se trataba de una flor de origami, algo que se notaba había sido hecho por un novato en el tema, no tenía buenos acabados y el papel no había sido cortado adecuadamente, puesto que no todo cuadraba como debía de hacer, pero en sí era un detalle precioso. Parecía una hermosa flor a la cual le robaron todos sus colores, pero que seguía luciendo esbelta a pesar de ello.
— Es muy linda.
— Mmm, bueno, es... es para ti.
La expresión de sorpresa en el rostro de Jimin fue tan dulce que Jungkook se vio tentado a probar la dulzura de sus propios labios. Esa nube de pensamientos le avergonzaba, y llegaba más seguido de lo que podía admitir. Un nudo de nervios ni siquiera le dejaba comer cuando su cabeza se iba por esos torrentes.
— Muchas gracias, de verdad me parece preciosa. Nunca nadie me había hecho algo a mano. — La sonrisa de Jimin hizo que sus mejillas se inflaran de una forma adorable. Verlo feliz con algo tan simple le dio a Jungkook el empujón para desear obsequiarle miles de cosas a diario.
No era como si los dos tuviesen mucho dinero, todo recaía en la simpleza de la vida, en los sencillos detalles que les tomaba tiempo realizar. Jungkook podría crear con sus manos las cosas más bellas, aprender de todo un poco y sorprender a Jimin con sus recursos limitados. Estaba lo suficientemente motivado como para hacer grandes cosas y conquistar su alma pura.
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MELON SODA メロン KOOKMIN
FanfictionBajo la sombra de la pobreza, Jimin alcanza a pagar un departamento donde las luces parpadean por la noche y las peleas no se detienen hasta el amanecer. Cansado de su vida y de la falta de oportunidades, intenta mantenerse fuera de los problemas, e...