Un accidente en la galería de arte deja a Thor con un traumatismo craneal menor y los últimos tres años de su vida borrados de su memoria. Mientras lidia con una nueva vida, una nueva ciudad, un nuevo apartamento y una nueva y fácil relación con su...
Val se cruzó de brazos y sonrió con incertidumbre. A su lado, Thor se arrodilló con una sola rodilla en el suelo, las manos en un lío de cables y enchufes.
En medio de la habitación había una enorme escultura de un Pegaso en vuelo, todo vidrio y luces de neón. La caída de Asgard, lo llamó Val, grabando las calles resplandecientes de décadas pasadas, cuando el neón había sido un símbolo del futuro. Aunque en secreto, dijo, esperaba que se veía realmente genial.
Había pasado la tarde tratando de conectarlo al tablero de distribución de la galería, y Thor estaba a un paso de armarlo todo o de dañar explotar.
—Está bien —dijo Thor con una sonrisa—. Dios del Trueno, ¿verdad?
Empujó hacia abajo con la mano, conectando la escultura a la fuente de alimentación.
Por un momento, el Pegaso se encendió, chillón y hermoso en sus brillantes púrpuras y rojos, y luego hubo un tremendo BOOM, y Thor fue arrojado a través de la habitación, chocando contra la pared opuesta mientras el aire se llenaba con el olor a acre de humo.
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Hey hey, esta historia es un one-shot, pero por lo largo lo estaré publicando en partes.
Ahora, sé que debería concentrarme en los otros trabajos pendientes, pero hoy chequé mis historias y me encontré con la fabulosa noticia de que tanto "El veneno en mi sangre" como "La concubina" llegaron a más de 1k de votos y eso es impresionante, además de que me hace súper feliz, sobre todo considerando que "La concubina" acaba de ser resubida después de mi drama por las críticas, me demuestra que si les ha gustado y que debo seguir así, por lo que les daré la mayor cantidad de historias que pueda manejar.
