𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 4

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|Tiempo presente|

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_____ caminaba por los desolados pasillos del hospital, con el eco de sus pasos resonando en el silencio casi sepulcral. La batalla reciente seguía fresca en su memoria, el caos, la sangre, los gritos de sus compañeros. Pero ahora solo quedaba uno, y estaba luchando por su vida en la fría y estéril habitación de un hospital.

Aki Hayakawa, un compañero mas, el cazador de demonios con quien había compartido algunas palabras, era el único sobreviviente. Pero, después de todo lo que había pasado, Aki estaba gravemente herido, su vida pendía de un hilo. La culpa mordía profundamente a _____ mientras se acercaba a la habitación de Aki, preguntándose si podía haber hecho algo más, algo diferente para evitar lo ocurrido.

Cuando finalmente llegó a la puerta de la Unidad de Cuidados Intensivos, tomó un momento para calmarse. Sabía que ver a Aki en ese estado sería devastador, pero también sabía que tenía que estar allí para él. Empujó la puerta suavemente y entró en la habitación.

Aki yacía en la cama, conectado a varios aparatos que mantenían su cuerpo funcionando. Su rostro, normalmente tan determinado y serio, ahora estaba pálido y demacrado, casi irreconocible bajo los vendajes y tubos. El sonido rítmico de los monitores era lo único que rompía el silencio opresivo de la habitación.

_____ se acercó a la cama, su corazón pesado al ver a su compañero tan vulnerable. —Aki,—murmuró, su voz apenas un susurro. —Estoy aquí.

Tomó asiento junto a la cama y, con mano temblorosa, tomó la de Aki. Estaba fría al tacto, como si la vida misma estuviera escapando lentamente de su cuerpo. "prometí que no dejaría que nada les pasara," dijo _____, su voz cargada de culpa y dolor. —Pero no fue suficiente...siempre llegó tarde....

Recordó cada momento de la batalla, cada sacrificio que sus compañeros habían hecho, cada decisión que había tomado. El siempre había sido el fuerte, el que cargaba con el peso del mundo en sus hombros, siempre decidido a cumplir su misión, sin importar el costo. Y ahora, aquí estaba, pagando el precio por su dedicación.

—Todo esto... no debió ser así—continuó _____. —Se suponía que debian regresar con sus familiares...

Las lágrimas amenazaban con escapar de sus ojos, pero _____ las contuvo. No era el momento para la debilidad. Aki necesitaba sentir que no estaba solo, que su compañero seguía a su lado, luchando junto a él, aunque fuera en silencio.

—Voy a matar a cada uno de esos malditos demonios,—dijo _____ con voz firme, el dolor convirtiéndose en determinación.—Y voy a hacer que paguen por lo que les hicieron, Aki. Te lo prometo.

El silencio volvió a instalarse en la habitación, pero ahora estaba cargado con la promesa de venganza, una promesa que _____ sabía que cumpliría, sin importar el costo. Aunque el futuro parecía incierto, y aunque el peso de las pérdidas era abrumador, no permitiría que el sacrificio de sus compañeros fuera en vano.

Antes de levantarse para marcharse, se inclinó hacia su compañero y murmuró con una voz suave pero decidida: —Aguanta, Aki. Eres más fuerte que esto. Te necesitamos... Te necesito.

No sabe porque siquiera murmuro inconscientemente lo último.

Con esas palabras, _____ se apartó de la cama, sabiendo que la lucha estaba lejos de terminar. Dejó la habitación, con el sonido de los monitores aún resonando en sus oídos, y una nueva misión grabada en su corazón: vengar a sus compañeros caídos, y proteger lo que quedaba de su equipo, de su familia.

Entiendo, aquí tienes la escena con Himeno, la compañera de Aki Hayakawa, quien no tiene una buena relación con _____:

_____ salió de la habitación de Aki, el peso de la preocupación y la culpa aún cargando en sus hombros. Había pasado tiempo con su compañero, y ahora necesitaba un momento para recomponerse. Mientras caminaba por el pasillo, se encontró con Himeno, la otra compañera de Aki, quien lo miró con una mezcla de sorpresa y desdén.

Himeno, con su característica mirada intensa, no se anduvo con rodeos. —¿Qué haces aquí?—preguntó, su tono cargado de irritación. —Este no es un lugar para que vengas a hacerte el preocupado.

_____ la miró, notando la hostilidad en su actitud. "Vine a ver a Aki. Es mi compañero también, y está en una situación crítica. Solo quiero asegurarme de que esté bien."

Himeno lo observó con desdén, sus brazos cruzados sobre su pecho. —Así que ahora te preocupas por él, ¿eh? ¿No era suficiente con que ya ha perdido a sus amigos por culpa de los demonios y tus fallos? ¿Qué estás haciendo aquí, exactamente?

El comentario le golpeó como una bofetada, pero _____ trató de mantener la calma. —No estoy aquí para pelear. Estoy aquí porque Aki necesita todo el apoyo posible. Si tienes algún problema conmigo, déjalo a un lado por ahora. Lo que importa es que Aki salga de esto.

Himeno lo miró fijamente, la rabia y la tristeza a la vez reflejadas en sus ojos. —No es solo el hecho de que estés aquí. Es la idea de que todos esos demonios y problemas han estado afectando a Aki, y tú... tú no sabes lo que ha pasado. Él ha perdido mucho, y lo que más me preocupa es que tus palabras no significan nada en comparación con el sacrificio que ha hecho.

_____ sintió el peso de las palabras de Himeno, pero su paciencia no flaqueó. —Sé que la situación es complicada. Pero estar aquí es mi forma de mostrar que me importa, de ofrecer mi apoyo en lo que pueda. No tengo respuestas, solo quiero que Aki se recupere.

Himeno suspiró profundamente, sus ojos llenos de dolor y frustración. —Aki ha sido más que un compañero para mí. Ha sido como un hermano. Y si realmente te importa, no te pongas en medio de lo que estamos tratando de hacer. Solo mantente fuera de mi camino.

La tensión entre ellos era palpable, y aunque _____ entendía la intensidad del dolor de Himeno, la animosidad era difícil de ignorar. —Entiendo—dijo _____, su voz calmada a pesar de la tensión. —Solo quiero que Aki esté bien, y haré lo que pueda para asegurarme de eso.

Himeno lo observó un momento más antes de apartarse, su expresión un poco suavizada por el reconocimiento del esfuerzo genuino de _____, aunque la desconfianza seguía presente. —Haz lo que puedas. Y si realmente te importa, no dejes que tu presencia sea un obstáculo. Ayuda si puedes.

Con esas palabras, Himeno se alejó, dejándole a _____ la responsabilidad de mantener la esperanza y el apoyo en la difícil situación. Aunque la relación entre ellos no era la mejor, _____ sabía que el enfoque debía estar en la recuperación de Aki y en mantener un frente unido, a pesar de las diferencias.

_____ se quedó en el pasillo, sintiendo el peso de la situación. Sabía que, aunque la tensión con Himeno seguía, el verdadero desafío era apoyar a sus compañeros de cualquier manera posible y cumplir la promesa de no rendirse.

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❝𝑳𝑰𝑲𝑬 𝑩𝑶𝒀❞:𝐀𝐊𝐈 𝐇𝐀𝐘𝐀𝐊𝐀𝐖𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora