BOYFRIEND | levi ackerman

01

Primera cita.

¿Cómo se suponía que Levi conquistaría a la chica que tanto le gustaba? En realidad, no tenía ni la más mínima idea.

En un inicio, lo había dicho solo porque había tenido un arranque de adrenalina y repentina valentía. Y aunque había salido "bien", nunca tuvo pensado un verdadero plan para poder conquistarla, pues él creía que sería rechazado en cuanto las palabras saliera de su boca.

Para su buena -o tal vez mala- suerte, se había equivocado.

—Deberías invitarla a una cita, al menos para que sepa que vas enserio con ella. Si a mí me dijeran algo así de primera instancia, creería que es algún tipo de broma.

Rodó los ojos ante el comentario de Mike. Sabía que el rubio tenía razón, pero no le daría el gusto de hacérselo saber. Pero tomaría su consejo y la invitaría a una cita, aunque no tenía idea de adónde debería llevarla.

—Si tuvieras que llevar a una chica a una cita, ¿a dónde la llevarías?

Erwin paró de teclear en el computador y le prestó atención a su amigo azabache. Enarcó una ceja, intrigado por sus repentinas palabras. Entrelazó sus manos apoyando sus codos sobre la mesa y pensó con cuidado la respuesta que le daría.

Levi, un poco impaciente. Chasqueó la lengua y comenzó a mover su pierna de forma ansiosa, no era un secreto que el azabache careciera de paciencia, especialmente cuando se trataba de algo importante para él.

—Dicen que los parque de diversiones son una buena opción para romper el hielo, pero no creo que eso vaya contigo. En ese caso, escogería un viaje en carretera.

—¿Un qué? —dijo incrédulo. Erwin se encogió de hombros antes de explicar.

—Es algo calmado, íntimo y tranquilo, podrías poner música para aliviar cualquier tipo de silencio incómodo y terminarían disfrutándolo porque se dejarían llevar por el momento. Los atardeceres son una vista maravillosa, creo que a toda chica le gustaría tener una cita así al menos una vez en su vida.

—¡Confirmo! —exclamó una castaña con lentes apareciendo de la nada. Logrando sobresaltar al par de mejores amigos.

—Cuatro ojos de mierda, ¿qué haces aquí? —cuestionó el azabache con notable disgusto. No por su presencia, sino porque había estado escuchando su conversación.

—No deberías escuchar conversaciones ajenas, Hange. —El rubio no parecía para nada disgustado por su presencia, tampoco molesto por su repentina aparición. Pero sabía que su amiga era algo chismosa y su necesidad por saber todo algunas veces solía meterla en problemas.

—Vine a avisarles sobre el reciente evento que se está organizando en la preparatoria, no respondían los mensajes así que no me dejaron otra opción más que venir.

—Dilo de una vez —exigió el azabache.

La castaña esbozó una sonrisa mientras sus mejillas se tenían en un tono carmesí debido al entusiasmo eminente propagándose en ella. De una carpeta que traía, sacó una hoja y se sentó frente a ambos chicos extiendo su mano con el que agarraba el anuncio.

—Como es costumbre; cada año Marley y Paradis se enfrentan y realizan distintas actividades, el consejo estudiantil de cada preparatoria realizan convocatorias para proponer ideas sobre lo que se hará ese día. Se organizan con anticipación y el anuncio lo hacen exactamente un mes antes del día central.

—Y eso a nosotros nos importa porque... —Dejó la frase a medio terminar, demostrando su nulo entusiasmo por las palabras de su amiga.

—¡Este año se realizará un show de talentos! —Acercó su mano un poco más al rostro de ambos, sin llegar a pegarles el anuncio en la cara—. Todo es válido, desde un acto de magia hasta una presentación de baile. Nanaba y Moblit estuvieron hablando y pensaron que es buena idea que participemos. Es nuestro último año en la preparatoria y no podemos dejar pasar esta última oportunidad.