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Lilas.

La fuerte voz del director Shadis resonando en las bocinas le causaba jaqueca a más de un alumno, especialmente al azabache de ojos filosos que muchas personas conocen.

—Al menos disimula un poco —susurró Petra, su compañera de clases.

Soltó un bajo bufido para evitar que lo vieran y así salvarse de un seguro regaño. Con mucha flojera y esfuerzo, logró poner atención a las palabras del director, aunque realmente no le interesaba mucho lo que decía, pues estaba hablando sobre el show de talentos que habría dentro de un mes.

—¡Como saben, todos los años nos enfrentamos contra la Preparatoria Marley en diversos eventos para mantener nuestra relación basada en una amistosa rivalidad!

«De amistosa no tiene nada», pensó el azabache. Y no estaba equivocado, la mayoría de estudiantes se llevaban mal, no era secreto que en algunos de esos eventos "amistosos" habían surgido una que otra pelea causada por comentarios burlescos y llenos de superioridad.

Aunque tampoco podía echarle toda la culpa a los estudiantes de Marley, pues sabía que en Paradis también habían alumnos que solían provocar esas peleas solo por diversión.

Tampoco era secreto que algunos profesores solían tener sus roces en aquellas actividades amistosas. Tal vez eran demasiado competitivos, dar ese tipo de ejemplo a sus estudiantes solo ocasionaban más problemas y discordia.

—De amistosa no tiene nada —murmuró inconscientemente, recibiendo un golpe en su costilla de parte de la peli naranja.

Entre más palabrerío y discursos sin sentido, la mayoría de alumnos optaron por conversar en susurros cuidando que ningún profesor o supervisor los pillara.

No muy lejos de donde estaba situado el azabache, se encontraba la chica con la que había tenido una cita hace dos días.

A diferencia de él, ella sí estaba prestando atención. Ajena a lo que su amiga podía estar murmurando, sus ojos ámbar estaban puestos sobre el hombre frente a todos. Su cabeza asintiendo casi de manera automática algunas veces provocaban que Irene soltara unas risas que tenía que ahogar con su mano para evitar que la escucharan.

—¿Por qué estás tan interesada en esa mierda si ni siquiera vas a participar? —cuestionó en voz baja.

—Me gusta saber lo que pasa en la preparatoria, es mejor ser consciente de ello aunque no sea algo en lo que seré partícipe. Para evitar sorpresas extrañas.

Rodando los ojos ante su respuesta tan correcta, la ojiazul apoyó su cabeza en el hombro de Freya, acomodándose en ella.

—Despiértame cuando el calvo termine su discurso.

—Si te pillan nos meterás en problemas.

—Están vigilando a más de quinientos estudiantes, ¿y crees que se van a fijar en nosotras entre tanta gente?

—Todo es posible.

—Buenas noches, Freya.

Suspiró en voz baja mientras negaba con la cabeza, Irene era todo lo contrario a ella, y aún así, era su mejor amiga. No le disgustaba en lo absoluto su actitud o personalidad, pero preferiría que fuese más cuidadosa al escoger los lugares donde va a ponerse a dormir.

—Que remedio —murmuró.

—Que remedio —murmuró

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BOYFRIEND | levi ackermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora