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Crecer en un pueblo pequeño y luego mudarse a la ciudad capital para su primer año de escuela secundaria es y nunca será fácil.
Toda tu familia había nacido y crecido en tu pequeña ciudad natal, era un pueblo donde todos conocían a todos, habías crecido para sentirte cómodo en tu pequeña ciudad, no pasaba mucho, básicamente estaba en silencio.
Y amabas el silencio.
Sin embargo, soñaste con mudarte lejos de tu pequeña y tranquila ciudad una vez que te graduaras de la escuela secundaria, y nunca quisiste regresar.
No querías ser como todos los demás en el mundo, era uno de tus mayores miedos, no podías soportar la idea de ser como otra persona, lo cual era difícil ya que todos en tu ciudad pensaban igual, vestían igual, hablaban igual, etc.
Además de tu miedo de ser como los demás, tenías miedo de quemarte en la vida.
Siempre habías sido inteligente.
Obtuviste calificaciones tan altas que las universidades buscaron aceptarte incluso antes de que te graduaras, tus maestros siempre quedaron impresionados contigo, incluso te dieron tareas que eran extremadamente avanzadas para que alguien de tu edad las completara.
Tu evidente inteligencia había hecho que tus padres fueran extremadamente duros contigo, siempre presionándote para que estudies y termines tus tareas a tiempo para que puedas llegar lejos en la vida. Tus padres no tuvieron la suerte de ser tan inteligentes como tú, así que cuando descubrieron que de alguna manera los dos habían sido un niño genio, sus mentes se volvieron locas.
Tus padres no querían que terminaras como ellos cuando fueras mayor, entonces, te dieron reglas estrictas, un toque de queda estricto y un horario estricto que tenías que seguir.
Algunos días, no te importaba tu rutina, Encontraste consuelo en ello.
Pero otros días, querías tirarte de los pelos cuando escuchabas a los niños de tu edad riéndose por la calle en un agradable día de primavera, probablemente creando increíbles recuerdos de la infancia que podrían contarles a sus hijos algún día, tú, por otro lado, no tenías recuerdos que pudieras compartir.
¿Qué les dirías a tus hijos? oh, me senté adentro durante años con la cabeza en un libro de texto y el estrés circulando por todo mi ser para poder complacer a mis padres y hacerme un nombre en esta vida.
Sí, muy divertido.
Como tus padres realmente querían que vivieras una vida que ellos no tenían y que nunca tendrían, decidieron mudarse a la ciudad capital, Seúl, para tu primer año de escuela secundaria.
