↬Advertencias: Relación establecida, dom!sunghoon suave, digitación, marcado, sexo sin protección, mordidas muy leves, el lector se llama "bebé" y "princesa".
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ᥫ᭡valentine's special ᥫ᭡
Una frialdad besando tu pie es lo que te despertó la mañana siguiente al día de los enamorados. Tus ojos aún no se habían abierto, pero inmediatamente sentiste el cuerpo de tu novio a tu lado. Sus cuerpos juntos crearon tanto calor debajo de las sábanas, que sabía que su pie debía haber salido por debajo de ellas. Lo volviste a meter debajo de las sábanas, frotándolo contra tu otro pie para calentarlo. A tu lado, Sunghoon se movió mientras dormía, pero solo por un segundo.
Parpadeaste para abrir los ojos, notando que todavía estaba un poco oscuro en el dormitorio que compartían. Debe ser justo antes del amanecer, pensaste, y con una mirada al reloj de tu mesita de noche, confirmaste que así era. Eran las 6:22 a. m. Tenías trabajo a las nueve y Sunghoon tenía el día libre. Recordaste haberlo llamado bastardo con suerte anoche. Porque después de una velada tan bonita y romántica con él, lo último en lo que querías pensar era en ir a trabajar al día siguiente. No querías pensar en eso ahora, así que te volviste hacia tu amante que estaba profundamente dormido, con los ojos cerrados. Sus pestañas besaron debajo de sus ojos, y su aparentemente perfecta nariz estaba respingona, luciendo digna de estar en la portada de una revista. Resististe la tentación de estirar la mano y rozarla con las yemas de los dedos. En cambio, continuaste admirando sus rasgos, incluyendo sus lindos labios que tenían el espacio más pequeño entre ellos mientras inhalaba y exhalaba suavemente. Cuando la habitación estaba lo suficientemente tranquila, se podía escuchar el más mínimo indicio de un silbido que salía de su boca con cada respiración.
De su boca, tus ojos bajaron a su cuello, que desciende hasta sus anchos hombros que tanto amabas. Al igual que su cara, tenía hermosos lunares aquí y allá, colocados al azar sobre su piel. Amabas besar a todos y cada uno, y aunque él no lo admitía, amaba cuando lo hacías. Examinaste las curvas de sus clavículas y su pecho, sus lindos pezones rosados, duros por el aire fresco de tu habitación. Las sábanas empezaban justo encima de su ombligo, manteniendo todo lo que estaba debajo fuera de tu vista, pero sabías que él estaba tan desnudo como tú.
Después del final lujurioso de su Día de San Valentín, ambos limpiaron y se prepararon para ir a la cama, sin molestarse en ponerse el pijama o incluso la ropa interior. Esto no era raro, ya que a menudo te dormías solo en ropa interior o completamente desnudo. Se sentía más cómodo así para los dos, y Sunghoon definitivamente no se quejó de verlos desnudos todas las noches. Solo se quejaba en mañanas como esta cuando se despertaba temblando y con la piel de gallina en los brazos.
