↬Advertencias:lectora femenina, sexo sin protección, sexo semipúblico.
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las cosas entre tú y Heeseung eran... extrañas.
Siendo entrenadores en un estudio de baile bastante conocido, ustedes dos eran esencialmente compañeros de trabajo. eso solo significaba que hay ciertos límites que no debes cruzar. pero su estudio de baile se enorgullecía de ser una "familia", por lo que, naturalmente, todos se acercaron y fueron más allá del vínculo de compañeros de trabajo.
te llevabas bastante bien con todos, incluso con el entrenador junior, ni-ki, a quien inmediatamente adoptaste extraoficialmente como tu especie de hermano pequeño. jay, también fue divertido estar con otro de tus compañeros entrenadores y generalmente era el que sugería la noche de karaoke a todos los entrenadores. él pagó por todos, de todos modos, así que nadie se negó.
pero, heeseung era una historia diferente.
ustedes dos son lo suficientemente amigables. Incluso tuviste una clase de colaboración una vez. tal vez eso fue lo que hizo que las cosas fueran tan extrañas en primer lugar. sugerir un baile en pareja podría no haber sido la mejor idea, pero parecía divertido en ese momento, y heeseung estuvo de acuerdo.
todo era inocente y alegre al principio, pero la forma en que atraparías a heeseung mirándote a través del espejo, sus manos descansando en tus caderas mientras llama a la clase para hacer una carrera más, te revolvió el estómago una manera extrañamente agradable. él te sonreiría cada vez que pudiera, preguntándote si estabas bien, y no queriendo parecer raro al respecto, responderías con un simple 'sí', optando por ignorar el sentimiento misterioso que florecía en tu pecho.
Las cosas empeoraron cuando Heeseung se ofreció a llevarte a casa después de una reunión divertida con todos los entrenadores internos (legales). como de costumbre, jay pagó casi todo y, por supuesto, el alcohol estuvo involucrado. ni-ki hizo un berrinche como es debido, diciendo que todos los de su edad estaban bebiendo, de todos modos, pero heeseung y los otros chicos mayores no lo estaban teniendo.
El apartamento de Heeseung estaba en la misma área que el tuyo, y no queriendo rechazar un gesto tan caballeroso, aceptaste que te llevara a casa.
Heeseung llamó a un taxi esa noche y se ofreció a tomar el asiento delantero, pero como estaba un poco más que un poco ebrio, rápidamente dijo que no, diciendo que estaba bien que él se subiera al asiento trasero con usted. de hecho, lo preferirías así. Heeseung se detuvo ante esto, pero finalmente se subió al asiento trasero contigo.
Los primeros cinco minutos del viaje a casa transcurrieron en silencio, con la radio ni siquiera encendida. le echabas miradas furtivas a Heeseung, tratando de ser lo más sutil posible en tu estado de nubosidad alcohólica. pero, parecía que fallaste porque después de un tiempo, Heeseung se volvió hacia ti y te preguntó si algo andaba mal.
