Anti-Hero

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EL REFLEJO

Historia inspirada en "Anti-Hero"

Escrita por: Juan Arcones

Hola

Claro. Cuando escuché esa voz, casi me da un infarto. Es decir, estaba solo en casa. ¿Quién estaba hablando? Seguro que eran imaginaciones mías. Y tampoco tenía todo el tiempo del mundo. Tenía una cita por primera vez en mucho tiempo, y como siempre, iba con la hora pegada.

Hola, Lucas

¡Eh! Ahora estaba claro que había escuchado a alguien hablándome. ¿Qué coño...? Me puse en alerta, porque claro, imagina que se me había colado alguien en casa, e hice lo que siempre critico en las películas de terror: preguntar.

—¿Hola? ¿Quién está ahí? —pregunté hacia el pasillo.
Pero en el pasillo no había nadie. Nada. Cero. Recorrí todos los rincones de la casa (no, no vivo en una mansión sino en un estudio), e incluso el baño. Pero nada. Ni rastro de la voz. Y además, ¿por qué se sabía mi nombre? Mira, locuras. Sería la tensión. O los vecinos pesados que tengo abajo.

Volví a mi cuarto y noté lo nervioso que estaba al ver un mensaje del chico con el que había quedado. Se llamaba Víctor. Llevábamos hablando unas semanas, y la verdad, era mono, simpático, y podía estar guay quedar con él. Pero hacía tanto tiempo, que es que ni sabía qué ponerme.

¿En serio vas a ir así vestido?

La voz. ¡OTRA VEZ! ¿Y sabía cómo iba vestido? Pero-pero eso era imposible. ¿Dónde coño estaba? ¿Quién demonios...?
—¡OYE! —grité, desatado —. ¡LARGO DE MI CASA!

No es tu casa. Recuerda que debes un mes de alquiler

¿Perdona? ¿Y eso cómo lo sabía? Trabajar en el McDonalds mil horas a la semana no me daba para mucho, la verdad. Pero sabía que en unos días iba a dejarlo. Me iba a salir mi oportunidad. Lo sabía. Tenía un casting que llevaba esperando toda la vida y...

Y lo vas a hacer fatal

—Oye, vamos a ver, ¿quién eres? ¿Dónde estás?

Y escuché unos golpecitos como si fuera en un cristal. Como si alguien estuviera llamando desde fuera, desde la ventana. Con cuidado, descorrí las cortinas y pegué un grito. Pero no había nadie en la ventana. Lógico. Vivo en un tercero.

Detrás de ti

Me di la vuelta, en guardia, y lo único que vi fue mi reflejo en el espejo, devolviéndome la mirada.
—Ja, ja, qué gracioso. Dios, me estoy volviendo loco.
Pero no estaba volviéndome loco. Ni mucho menos.

Aún no

Y VI CLARAMENTE CÓMO MI REFLEJO IBA POR LIBRE Y ME HABLABA. REAL

Esa camisa no te queda bien. Lo sabes, por mucho que intentes combinarla. Debes tirarla

—¿Cómo que no me queda bien? —respondí a mi reflejo.

Te hace gordo. ¿No lo ves? Por los lados. No te queda bien.

Vi cómo mi reflejo bajaba las manos y se pellizcaba los michelines. Mis michelines que sobresalían por encima de mis calzoncillos. Llevaba semanas sin ir al gimnasio o a correr, y se empezaba a notar en mi cuerpo.

¿Quieres que vuelvan a llamarte gordo, como en el instituto? ¿Recuerdas a Carmen? Esta noche mejor que no cenes mucho, que hoy comiste demasiado

Y recordé mi adolescencia en el instituto. Gafas, pelo mal cortado, más gordo que el resto... blanco de las burlas. Ya sabéis. Pero es verdad, quizá esa camisa me quedaba mal y tenía que buscar otra cosa. Mierda. Iba a llegar tarde. Así que cogí el móvil para avisar a Víctor.

Taylor Swift's Midnights MayhemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora