se me hizo fácil porque soy adolescente

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¡Qué aburridos los viernes por la tarde! No hay nada peor que los viernes por la tarde, excepto tal vez los domingos en la tarde, bueno, definitivamente no hay nada que se sienta peor que un domingo; en fin, los desvaríos de un adolescente apático que sólo tiene la cabeza llena de música en cuanto llega a casa.

Pero... de hecho tiene un punto. Atrapó por última vez la pelotita de goma con la que estaba jugando que no dejaba de ir arriba y abajo y la dejó a su lado al percatarse de lo que acababa de pasar por su mente. ¿Qué hacía él aburrido en un viernes por la noche?, ¿no debería estar disfrutando su juventud?, ya casi picando los 18 años, plena flor de su juventud, diría su abuelo, ¿y no hace nada más que dormir y dormir y dormir?

Tampoco es como si no hubiese nada qué hacer, podría ir al cuarto de Izana y decirle si le presta su Play un rato, (cómo si se la fuera a soltar, siempre que se la ha pedido prestada da la casualidad que él ya está jugando y aún así le da tiempo de terminar sus tareas, ver todos los vídeos de un youtuber rarito que admira, ver películas que en su vida ha visto anunciadas en el cine, escucharse el poscas del mismo youtuber, hacer las tareas de los demás por dinero y según él tiene que tener el aire acondicionado encendido todo el día porque está minando bitcoin (¿no que minar tenía que ver con minecraft?, ¿qué tanto juega?), con todo lo que hace y aún así, si se lo pide prestado le va a salir con lo mismo que "ahorita estoy en una partida, otro día", en otras palabras, podría estar en su lecho de muerte y jamás le soltaría el control).

También podría ayudarle a Emma con el quehacer de la casa, de tan sólo verla le da lástima a veces, el verla cargar con esas pesadas cubetas llenas de agua que apesta a cloro y otros productos de limpieza, siempre gritando porque alguien olvidó echar los restos de comida al bote de basura antes de dejar el plato en el fregadero, o cuando saca la ropa de la lavadora y ve que alguien echó alguna prenda de color en una carga de ropa blanca... En teoría todos tienen sus tareas del quehacer asignadas pero sin Shin supervisando (y hasta el mismo Shin que también olvida lo qué le toca), Emma es la única que toma iniciativa de hacer algo. Izana dice que es por su naturaleza femenina que hace que naturalmente esté predispuesta a mantener el orden del hogar (sútil manera de decirle que le encanta estar en la cocina por ser vieja), pero Mikey sabe que ella lo hace porque secretamente sueña con que papá llegue de sorpresa a verlos y no quiere que vea que la casa es un desastre sin él. Ah... Papá... Sí, definitivamente ayudaría a Emma de la pura lástima que le da ver cuando se pone a llorar porque sus manos se llenaron de callos y no quiere que Draken los sienta cuando él la toma de la mano, pero... hoy hacía calor y eso de andarse moviendo por la casa simplemente no sonaba atractivo, pero definitivamente la ayudaría otro día, sólo que ese día no (es lo que lleva diciéndose los últimos 2 meses diariamente).

¿Qué había de Shin?, si no estaba trabajando en el taller, seguía arreglando la casa. Mikey no veía el día en que al fin terminara de pintar, el año pasado al menos construyeron su cuarto (algo que valió la pena), pero ver sacos de cemento y polvo por todos lados no lo sacaba tanto de quicio como tener que oler toda la pintura fresca y en los botes abiertos que luego dejaba su hermano cuando se cansaba y se iba a dormir (para Emma el caso fue todo lo contrario). Pintura, rodillos, plástico sobre los muebles y no poder decir nada sobre el nuevo y horrible color que había escogido Shin para las paredes, no hubo forma en que alguien le hiciera entrar en razón que el verde-agua no es un buen color para el interior de una casa, absolutamente no ayudaría en el empeoramiento visual de su casa.

Finalmente era hacer lo que estaba haciendo en ese momento, acompañar al abuelo viendo otro documental sobre un tema que no le podía importar menos, mientras juega con esa pelotita, tirándola y cachándola, pensando y volviendo a pensar.

—¿Y tus amigos, Manjiro?

Jaja, gracias abuelo, me acabo de acordar que ellos sí tienen cosas por hacer un viernes en la tarde y yo sólo trabajé y vi a mi amigo un rato, soy miserable.

Amor en Tiempos de ConaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora