¿que le pasa a juan? | spruan. CANCELADO.

ㅤㅤ‹ <𝟯 ﹟ ── O1.

one. ¿Juan?

─── che, boludo. ─── una voz masculina se hace presente en aquel lugar tan silencioso. ─── ¿viste que Juan empezó actuar raro? muchos andan creyendo que ese no es él que conocemos.

─── y a mí que o qué. ─── aquella voz tan seria hace el ambiente tenso, Spreen quien había hablado de aquella forma tan tosca hizo tensar a los tres presentes del lugar.

─── boe, agresivo de mierda. Lo que queremos decir ¿no te parece raro que de la noche a la mañana Juan actúe tan.. pelotudo que antes? ─── otra voz es presente, Carre quien tomo la iniciativa ahora con más confianza la plática.

El híbrido de oso no dice nada, más solo se encoge de hombros, Carre rueda los ojos con fastidio al ver esa reacción del otro. Mira a los otros dos quienes solo de igual forma se encogen de hombros sin saber que decir, a veces Spreen los deja sin palabras.

─── no he hablado con Juan si eso quieren saber, la verdad me chupa un huevo lo que le pasé a ese chupa pijas.

─── creí que vos sabrías.. Robleis hace unos días fue a verlo, pero en cuanto lo vio salió corriendo sin decir nada. ─── respondió algo apenado, aquello hizo que el pelinegro alzará su vista hacia él.

─── ¿Debería saber? ─── responde con irritación, aquello hizo que los tres se sintieran intimidados.

─── últimamente sos o eras cercano a él, ya sabes tienes interés en él. ─── susurra en un tono de burla Carrera, sabía el leve interés por la "magia" del hechicero.

Aquello hizo que el semblante serio del oso-humano cambiará drásticamente, el tono rojizo en sus mejillas se hizo presente pero el cual supo disimular. Aunque sus amigos solo lo miraban con burla, sabían perfectamente sus reacciones.

─── pelotudos de mierda, anden mejor a trabajar solo me hacen perder el tiempo. ─── un leve gruñido escapa de su garganta, pasa su mano a su frente y sobarla un poco en modo de relajar su estrés. Los tres chicos se miran por unos momentos y deciden retirarse, dejando solo al otro.

Spreen solo mira con atención aquella puerta cerrarse, su curiosidad incrementa al saber que los rumores de que aquel hechicero era realidad, maldecía a Carre en lo más profundo al darle la iniciativa de su leve preocupación por aquel castaño.

Se levanta con cuidado para mirar a la felina dormir, acaricia con cuidado las orejas de Pelusa y meditar bien las cosas sobre sus planes de spreenfield y ahora por un hechicero que despertó su leve interés de lo que había pasado, quizá serviría para su revista el raro comportamiento de Juan el hechicero.

Estaba decidido en ir aquella noche a buscarlo.

Juan por su parte estaba con su puerco, hablando de las cosas de su ahora cotidiana vida la cual era todo un desastre que no podía lidiar. Hace unas semanas había despertado como un híbrido de conejo, aquello le daba demasiada vergüenza que incluso Zorman podría ocuparlo de experimento por su drástico cambio.

─── ay puerco, puerco.. esto de ser un conejo no es agradable, ya no sé como ocultar estas putas orejas, el sombrero ya me lastima. ─── solloza un poco, pues bien ahora el usar su sombrero era difícil ya que sus orejas pedían libertad. Su puerco solo se dedica verlo un momento y darse la vuelta después, Juan soltó un suspiro resignado.

Se acuesta en aquel pasto para sentirse relajado después de dos semanas lidiando el ser un híbrido, sus manos pasan a su rostro tallando con algo de brusquedad sus párpados en intento de al menos calmarse un poco. La frustración era demasiada que no podía controlar nuevamente su magia, no así, jamás podría estar en paz por su frustración.

Peor aún, nadie podría ir a consolarlo en su trágica vida como un híbrido.

─── ¿que acaso esto es un puto castigo? ¡yo no hice nada! ni siquiera merezco esto. ─── solloza al intentar pensar la causa, razón o motivo aparente de amanecer como un CONEJO, al menos hubiera deseado ser un tigre, nutría o cualquier cosa pero no un conejo.

Mientras aquel hechicero lloraba, su puerco solo puede darle pequeñas palmaditas al intentar poner una de sus cortas manitas en la cabeza del otro en modo de consuelo. A veces puerco sabía como hacerlo sentir bien, su mascota era lo único que lo consolaba en momentos tan agotadores.

─── sniff.. vamos adentro puerco, necesito descansar. ─── carga a su pequeño animal y llevarlo adentro, solo esperaba que mañana fuera un día mejor.

Sin tener mínima idea que un intruso iba a interrumpir su paz en su santuario.

(...)

Que pésima idea, la idea de aquel empresario era demasiado horrible y eso lo sabía él a la par que su acompañante.

¿Que tanto te importa saber de alguien por simple "trabajo" e ir a interrumpir la paz de un hogar? Y peor el entrar como un ladrón (cosa que es) pero no iba admitirlo del todo, pero el caso es que su idea es tontamente estúpida.

─── Spreen ¿Estás seguro de entrar así nada más? creo que la idea es una.. es una chingadera, mien. ─── Mariana, su mayor confidente le estaba intentando hacerle entrar en razón. La idea no era buena, era absurda y era capaz que iba a morir por los rayos que lanzará el castaño.

─── vos no te fijes en lo malo, seguro todo sale re bien.

─── te va a cargar la chingada y no estaré ahí en ese momento, conste que te avise, eh.

Spreen rueda los ojos por aquello, odiaba las cosas negativas pero todo era para tener alguna que otra prueba para su revista (y pretexto para ver al otro).

Miro por una última vez al de anteojos para darle la afirmación que iba entrar, Mariana solo se quedó rezando el padre nuestro y de que solo a Spreen se lo lleve "Satanás" por su pésima idea.

─── el Spreen se la come. ─── dijo aquello último cuando vio lejos al oso.

Y en efecto, se lo cargo la chingada.

Spreen entro accidentalmente a un lugar distinto el cual no era por el que había entrado aquella vez junto con Ollie a robar el bastón del profeta, al contrario entro a una especie de biblioteca la cual por la poca iluminación hizo que su vista se viera afectada y cosas cayeran al suelo.

Al parecer Mariana tenía razón que fue una horrible idea, pero no había marcha atrás y mucho menos al oír unos pasos acercarse hacia esa habitación.

─── ¿quién está ahí? ¡Sal cobarde! ─── grito con molestia, su sueño se vio interrumpido por el estruendo que se hizo presente. Un pequeño rayo se escucha de lejos advirtiendo su mal humor, estaba frustrado.

Juan entra a esa habitación oscura notando una silueta moverse sigilosamente a otro lado para no ser visto, traga saliva por aquello ya que era posible el morir ahí o peor.. que lo viera de aquella forma siendo un híbrido de conejo.

─── ¿quién eres?

─── tu vieja en pelotas. ─── aquello hizo que la expresión del hechicero se tranquilizara un poco, pero al oír esa voz lo hizo temblar. ─── ¿Spreen..?

─── ¿Juan?