(Narra Zayn)
Llegué a mi camarote y lo primero que pensé fue en darme un baño, no me sentía nada bien. Entré a la tina y recosté mi cabeza, estuve pensando en muchas cosas y luego reí porque recordé el mensaje de "ella", diciendo que se electrocutaría si me contestaba el mensaje con las manos mojadas.Tomé mi celular y comencé a teclear algo para ella. Tal vez ella podría hacer que mi día valiera la pena.
"Hola, no sé qué tipo de emociones hayan pasado por tu corazón hoy, solo quiero que estés bien y que salgas siempre con la cabeza en alto" -envié y me terminé de duchar.
Al salir me puse el primer short que me encontré y me tiré en la cama, por primera vez en la vida no tenía hambre ni ganas de tomar algo.
Estuve dando vueltas en esta, la verdad era que esperaba que "ella" me respondiera algo, pero cada vez que prendía el celular para ver si tenía algo. No había nada. El sueño comenzó a invadirme y sentí cómo Harry entraba sin hacer ruido. Se subió a su cama y en menos de quince minutos ya estaba roncando.
Eran las cuatro de la madrugada y no podía dormir. Estuve caminando en el camarote, más bien dándole unas cuantas vueltas, me senté en una silla giratoria que allí frente a un pequeño escritorio se encontraba y comencé a pasearme en ella.
De repente escuché que en mi celular sonaba Look after you de Fray. Rápido corrí hacia mi cama y me lancé a ésta para acallar el sonido del celular, antes de que Harry despertara.
"Disculpa por no contestar más temprano, pero estaba dormida, ahorita tengo hambre así que por eso desperté. No tienes idea de cuanto necesitaba unas palabras como esas. ¿Por qué los hombres no son como tú?" -recibí. Reí ante esas palabras, si supiera que yo no soy perfecto. También me equivoco y la verdad, me equivoco más que cualquier otro.
"Gracias por pensar eso de mí -inicié- pero no soy tan perfecto como tú crees, cometo mis errores, y en ocasiones hago lo que en otros zapatos no haría" -envié. Dejé la silla y me recosté en el sillón, ya iban a ser las cinco de la mañana.
"Pues no tengo idea de lo que hablas. A veces me gustaría estar contigo y hablar personalmente, estar cerca de una persona que me entienda y así poder sentirme en paz" -cuando leí eso, rápidamente sentí la necesidad de abrazarla. Me gustaría a mí también estar con ella.
"A mí también me gustaría estar con una persona que me entienda y sienta que me necesita. ¡Demonios, por qué no te tengo cerca de mí! Siento la necesidad de abrazarte mujercita" -abracé a una almohada, mi necesidad de tenerla conmigo me ahogaba.
"No digas más porque siento que puedo llorar y no quiero hacerlo. Espero que la chica con la que pretendes salir sea muy buena contigo y tú la trates como se debe" -pidió. Me encantaría decirle todo lo que pasaba ahora, pero no era el momento para confesarle que siempre no trataría a la otra chica porque yo había vuelto con mi exnovia. Era demasiado para una madrugada.
"No llores, una dama como tú no debería derramar una sola lágrima y menos por alguien como yo. Te quiero mujercita y que duermas bien. Recuérdalo... siempre con la cabeza en alto" -envié y puse mi cabeza en la almohada, el sueño me comenzaba a azotar.
"Gracias por levantarme el ánimo siempre. Que duermas bien y... yo también te quiero" -recibir esas hermosas dos palabras hicieron que mi día no fuera del todo una porquería.
Día 4
(Narra _______)
Me quedé dormida de nuevo, luego de hablar con "él". Cuando desperté de nuevo eran las once de la mañana y me apresuré a bañarme pues sabía que Dean llegaría en cualquier momento. Me puse los jeans menos rotos que encontré y una playera azul marino, a él le encantaba que me vistiera de azul, pues mis ojos se aclaraban más. Tenía una terrible resaca, pero ya estaba acostumbrada.